Burjassot estará conectado con Valencia con una pasarela ciclopeatonal sobre la CV-30. Así lo ha anunciado la consellera de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad de la Generalitat, Rebeca Torró, que acompañada de su directora general, Roser Obrer, ha sido recibida por el alcalde de Burjassot, Rafa García, este miércoles por la mañana, en el barrio del Empalme, con el objeto de abordar la actual situación de la reurbanización de la barriada tras el soterramiento del metro y la finalización de unas obras –a cargo de la unión temporal de empresas Vías y Construcciones SA-Grupo Bertolín Sau– cuyo montante asciende a 12.185.903,18 euros.

Además de una pasarela ciclopeatonal sobre la autovía CV-30, también se construirán ramales y pasos bajos que conectarán Burjassot y València. “Permeabilización para peatones y ciclistas de la CV-30 en los términos municipales de València y Burjassot” es el nombre del nuevo proyecto, “una apuesta por la movilidad sostenible”. Se licitará en breve, “este mismo mes de octubre”. El inicio de las obras “está previsto para 2023”, avanzó.

La directora general de Movilidad, Roser Obrer, se encargó de explicar los detalles de una iniciativa que, enmarcada en la Xarxa d’Itineraris No Motoritzats, tiene “un presupuesto de 3.601.094,55 euros, IVA incluido”.

El recorrido, “seguro y accesible”, permitirá la conexión de las barriadas de Beniferri y Benimàmet (València), así como de los municipios de Burjassot y Paterna. El itinerario principal tiene una longitud de 998 metros y una anchura de cinco metros con uso diferenciado para peatón y ciclista. La pasarela medirá 86,90 metros de longitud. En cuanto a los pasos inferiores habrá dos, uno en el ramal de la CV-30, en la parte de Beniferri, y otro en la de Benimàmet, con acera y carril bici de 2,45 metros de ancho cada uno.

Roser Obrer explicando el proyecto a Rebeca Torró y Rafa García. V. Ruiz

Reurbanización del Empalme en plazo

En lo que se refiere a las obras de reurbanización del barrio del Empalme, avanzan dentro de los plazos previstos hacia su finalización prevista para, probablemente, antes de fin de año. La directora de Movilidad destacó cómo el soterramiento del metro, en este tramo de la línea 1 de Ferrocarrils de la Generalitat, y las posteriores obras “han permitido la permeabilización de los peatones”. La barriada ya no se encuentra divida en dos a causa de aquellas vías de superficie en un espacio –la avenida Mariano Benlliure– que ahora ocupan una nueva calzada, aparcamientos para vehículos y amplias aceras. Se acabaron los largos rodeos para cruzar la calle.

Asimismo, con la desaparición del paso a nivel de la calle València, tramo de la CV-310, y la operatividad de una rotonda junto al túnel del metro, el barrio dejó de estar aislado después de 15 años. Los conductores que circulan por la CV-310 –conocida como la “carretera Bétera”– entre València y Torrent vuelven a poder atravesar con sus vehículos el Empalme de Burjassot a València o viceversa. No se ven obligados a evitarlo.

Junto con la paralización de las obras de soterramiento del metro desde 2010 hasta 2021, el corte de tráfico rodado en este punto de la CV-310 –iniciado antes, en 2007, durante la construcción del subterráneo– constituyó uno de los factores que llevaron a convertir el barrio en “tierra de nadie” y al “deterioro” de su vida comercial.

La estampa del Empalme, con la reurbanización y el “anillo verde” que lo ha de completar, empieza a tener otro color más halagüeño. Como dijo el alcalde de Burjassot, Rafa García, durante la visita de la consellera Torró, “volvemos a ser ciudadanos de primera”.