La CHJ paraliza la limpieza en el Carraixet por los daños a las aves

La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha pospuesto los trabajos de desbrozado en el Barranc del Carraixet a la altura de Alboraia, después de que la Sociedad Valenciana de Ornitología (SVO) y otras agrupaciones ecologistas denunciaran un posible delito contra la conservación de las aves silvestres. En concreto, desde la SVO se llamó al 112 para que fuera el Seprona a supervisar la actuación y se envió un escrito por registro de entrada tanto a la Conselleria de Medio Ambiente como a los juzgados de Moncada. 

Esta denuncia y posterior paralización de las obras de limpieza parte de la iniciativa de Rafa Muñoz, ornitólogo de Almàssera que paseaba el 10 de marzo por la zona, cuando descubrió los trabajos de maquinaria pesada para retirar la Arundo donax, una especie reconocida como invasora. «Estaba arrasando con todo. Combatir las plantas invasoras es obligatorio por ley, pero hay que saber cuándo hacerlo. De no haberlas paralizado, estas obras podrían haber eliminado las puestas de muchas especies protegidas, y eso contraviene la directiva europea», apunta en alusión a la Directiva 2009/147/CE. Muñoz fotografió el 22 de febrero un nido de «gall de canyar» o calamón -ave de color azul- con polluelos y huevos, y semanas más tardes, el 11 de marzo, volvió a fotografiar la zona donde se había ubicado el nido, esta vez arrasada por el paso de las máquinas. En la segunda foto se observa el mismo calamón sin crías ni huevos deambulando por una lengua de lodo. 

En plena primavera, el Carraixet alberga muchas especies en período reproductor. Según el ornitólogo, las fochas empezaron a anidar el 17 de enero y el 2 de febrero ya se veían ejemplares incubando. Y otras aves protegidas como los «galls de canyar» daban comida a sus polluelos a finales de febrero. «Es un espacio que conozco porque hago un seguimiento semanal. Hemos detectado 141 especies de aves en el barranco del Carraixet y su desembocadura a lo largo del año», señala. 

Así, de cara a evitar un daño mayor, la entidad ha acordado con la CHJ la paralización de unas obras que se retomarán siguiendo el consejo de los expertos, esto es, la época en que las aves no se están reproduciendo y los ejemplares adultos pueden huir de las máquinas, normalmente de agosto a febrero. 

Evitar el rebrote

Por su parte, en el Ayuntamiento de Alboraia explican que si bien la limpieza de estas cañas corresponde a la Confederación Hidrográfica del Júcar, es el propio municipio el encargado de realizar las tareas de mantenimiento, a raíz de conveniarlo. Para esta labor, se instalan unas mantas que cuecen el rizoma de las cañas evitando su reproducción y matando, de manera colateral, la vegetación autóctona mediante el calor y falta de luz. 

Por ello, Muñoz insiste en que la SVO no está en contra de las operaciones de desbroce, pero celebra que se haya sacado la maquinaria del barranco después de haber hecho ruido con la denuncia. Por último, el ornitólogo critica la estrategia relativamente extendida de acabar con toda la vegetación en los cauces de los ríos y barrancos como el caso del Carraixet, asegurando que esta clase de actuaciones son «una verdadera salvajada a nivel ecológico, pues la vegetación sujeta la tierra y frena la fuerza del agua», apunta Muñoz.