Cuando la pólvora entra en casa

Una exposición en el Castillo de Alaquàs recopila con piezas originales el uso cotidiano que se ha hecho de la pirotecnia a lo largo de la historia

Abraham Pérez

Abraham Pérez

Si algo caracteriza a la cultura valenciana más allá de su gastronomía, su indumentaria o sus fiestas, es su estrecha relación con la pólvora, un elemento que llegó importado hace siglos del continente asiático y que se ha consolidado como una de las principales señas de identidad de la Comunitat Valenciana y su gente.

Sin embargo, a pesar de la popularidad de este material, lo cierto es que existe mucho desconocimiento sobre sus usos, que no siempre ha estado ligado a la fiesta. Por este motivo, la Federación Valenciana de Asociaciones de Amigos del Coet (FVAAC) ha organizado la exposición «Pirotecnia tradicional y agrícola», una muestra en la que se busca dar a conocer la tradición de la pólvora explicando su historia para que las nuevas generaciones puedan mantener su uso.

Mistos de trueno originales de 1950

Mistos de trueno originales de 1950 / M.A. Montesinos

Con un recorrido a través de tres salas y más de 160 años de historia, el Castillo de Alaquàs alberga esta exposición que aglutina distintos artículos y artificios originales que la FVAAC ha ido recopilando en los últimos años, y que reflejan la evolución del material pirotécnico con piezas originales de distintas épocas, desde 1890 hasta la actualidad.

Petardos "con historia"

Este paseo que recorre la historia de la pólvora cuenta con objetos que impresionan por su tamaño. Otros lo hacen por su uso o por sus características, como los ‘mistos de trueno’, una tiras de cartón popularizadas en 1950 en las que los pegotes de pólvora emanaban chispas al rascarlas contra el suelo o la pared. 

También se pueden ver ejemplares antiguos de borrachos y femellas, artilugios que se utilizan para distintos actos lúdicos como los correfocs y las cordás. Con piezas que datan desde 1881 hasta hoy, el público puede comprobar que con el paso del tiempo lo único que ha cambiado es la técnica de fabricación o el empaquetado, ya que estos cohetes se siguen utilizando con el mismo fervor.

Exposició de pirotècnia tradicional y agrícola

César Molins

Como no podía ser de otra manera, la pirotecnia made in Valencia tiene un gran protagonismo en este recorrido, donde destacan las tracas valencianas, muchas de ellas con más de medio siglo de antigüedad. También hay espacio para los cohetes de caña de 1945, unos petardos que hoy conocemos popularmente como los masclets y que antaño se fabricaban artesanalmente con tubo de caña, hilo de palomar y retales de periódicos y hojas de cuentas, restos de materiales que había por casa.

Especial mención para el tró de bac, ese tradicional trueno que ha despertado durante años a varias generaciones de vecinos en las populares despertàs poniendo fin a las largas noches falleras y que a lo largo de la historia ha modificado su proceso de elaboración, cambiando el uso de materiales como la cuerda por otros de menor coste, tanto económico como productivo.

Un viaje generacional

Este viaje en el tiempo plantea un paseo por la historia, dando protagonismo a artículos tradicionales con décadas de historia, pero incluyendo también los cohetes de nueva generación, esos que cada mes de marzo inundan las calles de la ciudad llenándola de luz y color. Así, la FVAAC ha tenido en cuenta a todo tipo de públicos para que se vean representados con los artículos que han usado en distintas etapas de sus vidas, ofreciéndoles un paseo a través de sus recuerdos.

El recorrido que plantea la muestra es además un reconocimiento al trabajo de los productores locales, como la familia Rausell, la empresa de Bétera que lleva fabricando artículos pirotécnicos desde 1929 y que a lo largo de sus casi 100 años de historia ha ido pasando de generación en generación consolidándose como el principal productor de cohetería en la Comunitat Valenciana, una industria dominada por el mercado asiático, cuna de la pólvora y principal importador de este material.

Ejemplares antiguos de tró de bac, el trueno utilizado en las despertàs

Ejemplares antiguos de tró de bac, el trueno utilizado en las despertàs / M.A. Montesinos

Y como la pirotecnia no es solo cosa de valencianos, los organizadores no han querido omitir los artículos más característicos utilizados en otros países que también tienen un vínculo especial con la pólvora, como las carcasas esféricas de estilo japonés -esas que crean impresionantes figuras en el cielo durante los espectáculos de fuegos artificiales- o las de estilo napolitano o maltés, donde algunas llegan a superar los 12 kilos de pólvora y los dos metros de altura.

Usos más allá de la fiesta

La muestra, que se ha organizado con motivo del 20 aniversario de Amigues y Amics de la Cordà de Alaquàs, cuenta con materiales y artilugios originales que se utilizan en las cuatro modalidades festivas valencianas: la despertà, el correfoc, la passejà y la cordà.

Asimismo, la muestra permite conocer otros usos que se han hecho tradicionalmente de la pólvora, algo que los visitantes pueden descubrir durante esta muestra itinerante que en los próximos meses visitará localidades como Bétera o Picanya. En este sentido, destaca el uso de cohetes para disolver la condensación de nubes y proteger el campo del granizo.

Cohetes para proteger la cosecha

Dentro de la exposición «Pirotecnia tradicional y agrícola» los promotores han dedicado una sección al uso que los agricultores hacían de la pólvora para proteger sus cosechas del granizo. A pesar de que los cohetes antigranizo no se usan en la Comunitat desde hace algo más de 20 años, durante las décadas de los 50 y los 60 su uso era muy popular en la comarca de la Ribera, donde los agricultores recurrían a estos artilugios para disipar las nubes que se condensaban en la zona y evitar que se concentrara el granizo

Cohete antigranizo utilizado durante la década de los 60

Cohete antigranizo utilizado durante la década de los 60 / M.A. Montesinos

La composición de pólvora y yoduro de plata provocaba que al estallar en las nubes se disolviera el hielo. Estos artilugios se han dejado de utilizar debido a los componentes químicos y los efectos que provocaban sobre el terreno. De hecho, aunque continúan siendo legales la compra de estos materiales está regulado por el Ministerio de Industria, pero en algunos territorios de América Latina se siguen utilizando ocasionalmente hoy en día.

Más de 189 puntos de lanzamiento

En el territorio valenciano, el empleo de estos cohetes buscaba proteger los campos de los agricultores ante la amenaza de lluvias con granizo, siendo la principal zona de uso la zona de la Marjal de la Ribera, donde los campesinos de la Ribera Alta los lanzaban para proteger los campos de naranja mientras que los de la Ribera Baja buscaban evitar el granizo en los cultivos de arroz.

El uso de cohetes antigranizo era muy popular en la comarca de la Ribera

El uso de cohetes antigranizo era muy popular en la comarca de la Ribera / LEVANTE-EMV

Estos cohetes se acumulaban en unas casetas que la FVAAC está trabajando para lograr que sean declaradas Bien de Interés Cultural. Solo en la zona de la Marjal de la Ribera la asociación calcula que existían más de 189 casetas, de las que ya han localizado 163.

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