Terminan las Fallas de Albal con solidaridad y un milagro

El jefe de Policía Local asegura que el aumento de efectivos en las calles ha hecho que aumentara la seguridad ciudadana

Ofrenda de Albal de 2024.

Ofrenda de Albal de 2024. / A.A.

El pasado 19 de marzo, las fallas de 2024 pasaron a la historia en Albal, tras la cremà de los monumentos de las diferentes comisiones que conforman la Junta Local Fallera. Unas fiestas josefinas que han transcurrido sin sobresaltos, excepto el que sufrió la comisión de la Falla La Florida, que en el año en el que celebraban su 40 aniversario, tuvieron que ver cómo, el artista en el que habían depositado todas sus ilusiones, tanto para el monumento grande como para el infantil, los dejaba tirados el mismo día de la plantà. Una situación que lograron revertir acabando de plantar los monumentos con su esfuerzo y con la ayuda y la solidaridad de falleros de otras comisiones.

La junta de gobierno hizo balance el pasado miércoles y las sensaciones, tras los casi 20 días de actos en la localidad, han sido muy positivas a todos los niveles. El alcalde de Albal, José Miguel Ferris, agradecía al colectivo fallero y a la Junta Local y presidentes de las siete comisiones, las facilidades y la acogida en sus primeras Fallas como alcalde: «Estoy muy contento de haber vivido la fiesta desde dentro acompañando a las Falleras Mayores, Mireia y Camila y muy orgulloso del esfuerzo del colectivo fallero y de la corporación, en este año en el que el equipo de gobierno y la nueva Junta Local, tomábamos el relevo de una de las fiestas grandes del municipio».

"Estamos contentos, pero hay que mejorar"

Unas fallas ‘albalenques’, que este año han experimentado importantes cambios con la entrada de la nueva directiva de la junta local, al frente de la cual se encuentra José Miguel Salas, que tras un primer balance confirmaba que «la gente, en general, está bastante contenta con las novedades introducidas, pero somos conscientes de que hay cosas que mejorar al año que viene».

Una imagen de una cremà en Albal.

Una imagen de una cremà en Albal. / A.A.

Dos de las personas que más han disfrutado estos días festivos en la localidad, han sido, sin duda, Mireia y Camila. Las Falleras Mayores de Albal y sus cortes de honor han vivido con mucha intensidad, todos los actos en los que han sido protagonistas, centrando las miradas de los vecinos, especialmente en el día de la Cridà y en la Ofrenda. Unas fallas de 2024 que ya son historia, que nunca olvidarán, y que según confirmaba la Fallera Mayor Infantil, Camila Ramón, que le pidió a la virgen al entregar su ramo, ha sido «mucha salud y repetir en un futuro como Fallera Mayor».

Seguridad ciudadana

Uno de los puntos que más preocupaban a la corporación municipal, era la seguridad ciudadana, ya que, durante las celebraciones de las fiestas patronales en diferentes localidades, se han multiplicado los altercados y era algo que se quería evitar a toda costa y salvo algún pequeño conato de discusión, no ha habido que lamentar episodios graves.

El jefe de la Policía Local de Albal, Rafael Blasco, ha destacado la labor realizada por los agentes durante las fiestas: «Hemos aumentado el número de efectivos estas fallas y se ha notado la presencia policial en la calle, dando mayor seguridad a la gente», además apuntaba que «las patrullas han estado presentes a la hora de los cierres de los casales para disuadir posibles altercados en el momento del desalojo de las carpas».

Uno de los sucesos más destacados, y en los que fue vital la intervención conjunta de policía local y los falleros, tuvo lugar el pasado lunes a la hora en la que las comisiones falleras iban camino de la concentración para la Ofrenda. Al transitar por la plaza del Jardí, los falleros de la Falla L’Hort, se percataron de que una niña, de dos años, estaba colgando de la cornisa de un tercer piso y que milagrosamente consiguió aguantar agarrada con sus propias manos. Francisco Martínez, uno de los miembros de la comisión y un agente de la Policía Local de Albal, fueron al rescate de la pequeña.

Una imagen de la ofrenda en Albal

Una imagen de la ofrenda en Albal / A.A.

Una intervención angustiosa, ya que tuvieron que derribar la puerta de entrada a la finca y ante la imposibilidad de descolgarse por la fachada, el fallero consiguió abrir la puerta de la vivienda utilizando una botella de butano, a modo de ariete, ante la falta de respuesta desde dentro de la vivienda. Una vez dentro, Francisco, logró coger a la niña entre sus brazos y ponerla a salvo. La madre de la pequeña se encontraba indispuesta en el interior de la vivienda, tras haber ingerido, supuestamente, diferentes pastillas y no escucho las llamadas al timbre, ni se percató de que estaban echando abajo la puerta del domicilio.