Comisión del covid

El ministro de Sanidad británico en la pandemia admite que habría que haber confinado el país tres semanas antes

El asesor de Johnson instauró una "cultura tóxica" en el Gobierno, según Hancock, que entorpeció el trabajo de su ministerio en la lucha contra la pandemia

El exministro de Sanidad británico Matt Hancock.

El exministro de Sanidad británico Matt Hancock. / EFE

Lucas Font

La comparecencia ante la comisión del covid del que fue ministro de Sanidad del Reino Unido durante la pandemiaMatt Hancock, ha vuelto a evidenciar el caos desatado en Downing Street en los primeros meses de 2020. Hancock se ha defendido este jueves de los ataques de algunos de sus colegas y de los principales asesores científicos del Gobierno, que lo han acusado de mentir y de hacer afirmaciones sin conocimiento, y ha contraatacado lanzando duros ataques contra Dominic Cummings, mano derecha de Boris Johnson durante gran parte de su etapa como primer ministro. 

El asesor de Johnson instauró una "cultura tóxica" en el Gobierno, según Hancock, que entorpeció el trabajo de su ministerio en la lucha contra la pandemia. "En ocasiones fuimos bloqueados y en otras diría que nuestras preocupaciones no se tomaron lo suficientemente en serio hasta finales de febrero", ha explicado el exministro, en la que ha sido su segunda comparecencia ante la comisión desde que comenzaron las audiencias públicas. Durante las más de cinco horas de intervención, Hancock ha defendido su actuación al frente de Sanidad y ha insistido en que su departamento no tenía el poder suficiente para tomar las decisiones necesarias.

Primer confinamiento

"Intentamos dar la voz de alarma sobre la magnitud del problema desde mediados de enero", ha explicado. "Este no era un problema que se podía abordar sólo desde el Ministerio de Sanidad, porque nuestro departamento no tenía la capacidad para cerrar colegios. Esta situación debería haber sido entendida y pilotada antes por el núcleo del Gobierno". Hancock ha asegurado que se habrían evitado el 90% de las muertes en la primera ola en caso de que se hubiera impuesto el confinamiento el 2 de marzo, tres semanas antes de la fecha real. 

Hancock ha señalado que parte de las decisiones iniciales se tomaron bajo las indicaciones científicas que indicaban que no había transmisión entre asintomáticos, algo que resultó ser erróneo. "Lo que más lamento es no haber insistido más y, en última instancia, no haber anulado el asesoramiento científico oficial que recibía". Las afirmaciones de Hancock han sido rebatidas por el abogado Hugo Keith, letrado principal de la investigación, quien ha mostrado documentos en los que constan las advertencias de los asesores científicos del Gobierno sobre esta posibilidad. El propio Cummings ha calificado de "basura" las declaraciones de Hancock a través de las redes sociales y le ha acusado de "confundir" a Johnson y de entregarle información equivocada. 

Tensiones internas

La intervención del exministro, que tuvo que dimitir en junio de 2021 por quebrar las normas de distanciamiento del covid –besó a una de sus asistentes cuando estaban prohibidos los contactos fuera del núcleo doméstico–, ha confirmado las tensiones y el choque de opiniones dentro del Gobierno en los primeros meses de la pandemia. Unos choques en los que también estuvo implicado el actual primer ministro, Rishi Sunak –entonces ministro de Economía–, quien puso en marcha un programa para incentivar la afluencia a bares y restaurantes en agosto de 2020 sin consultarlo previamente con Hancock. El número de contagios volvió a escalar pocas semanas después.

Los cruces de argumentos entre los máximos responsables del Gobierno británico durante la pandemia serán resueltos con la publicación de las conclusiones preliminares de la comisión, presidida por la baronesa Heather Hallett. El informe sobre los dos primeros módulos de la investigación, que analizan el grado de preparación del sistema sanitario británico y el acierto en la toma de decisiones a nivel político, será publicado previsiblemente a mediados del próximo año, una vez concluida la primera parte de las comparecencias públicas. Una de estas intervenciones, la del propio Boris Johnson, tendrá lugar la próxima semana.