Al nuevo Sant Sebastià de Xàbia le niegan "su" hornacina

El dueño de la casa del Carrer Major donde está la "capelleta" no quiere que se coloque la escultura del patrón del pueblo

La hornacina del Carrer Major sigue vacía

La hornacina del Carrer Major sigue vacía / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

El dueño de la casa del Carrer Major de Xàbia donde está la hornacina de piedra tosca de Sant Sebastià no quiere ver al patrón de Xàbia "ni en pintura" (es más propio decir "ni en escultura"). Se ha negado a que la comisión de fiestas de Sant Sebastià coloque en la "capelleta" la nueva imagen de un santo cuyas fiestas se están celebrando ahora (mañana es el día grande). Este jueves se bendijo la escultura en la iglesia de Sant Bertomeu. Estaba previsto llevarla en pasacalle hasta la hornacina. La colla del Grup de Danses del Portitxol acompañaría a los festeros. Pero, al acabar la misa, los integrantes de la comisión de Sant Sebastià estaban cabizbajos. El disgusto fue tremendo. Se suspendió el pasacalles. El dueño de la casa quería que la hornacina siguiera vacía.

La nueva imagen de Sant Sebastià

La nueva imagen de Sant Sebastià / A. P. F.

El pasado año, tras las fiestas, desapareció misteriosamente la imagen que durante décadas había estado allí. Un misterio. Al final, se dio por hecho que la escultura, cuyo único valor era sentimental, la había robado la banda que por aquellos días saqueaba imaginería en la comarca de la Ribera. Pero era sospechoso que también se hubieran esfumado los floreros y el tapete de filigrana. Resultaba desconcertante que el "ladrón" no hubiera forzado la cerradura de la "capelleta" y luego la hubiera cerrado cuidosamente. La desaparición de Sant Sebastià era digna del escapista Houdini.

La nueva imagen sigue, de momento, en la iglesia de Sant Bertomeu. La polémica es bizantina. Las hornacinas son elementos arquitectónicos protegidos. Acogen a los santos tutelares de una calle, un gremio o un pueblo. La devoción es compartida. Pertenece a todos los vecinos. Sin embargo, la fachada de una casa es privada.

Preguntada esta mañana por este asunto, la concejala de Fiestas de Xàbia, Mavi Pérez, ha admitido que la comisión de Sant Sebatià está disgustada. Ha recordado que las hornacinas son bienes culturales protegidos. Ha avanzado que tiene previsto reunirse con el propietario de la vivienda y plantearle que al menos acepte que la imagen se pueda colocar entre el día de Sant Antoni y el 21 de enero, que es cuando se celebran las fiestas de Sant Sebastià.