Los mayores de Calp se hartan de la música enlatada en el Centro Cívico

Lamentan que sin consultarles el ayuntamiento "les ha plantado un karaoke y un señor que canta de vez en cuando"

"Creemos que tenemos derecho a bailar los domingos con música en vivo y en directo"

El Centro Cívico de Calp

El Centro Cívico de Calp / Levante-EMV

Alfons Padilla

Alfons Padilla

La música. ¿Alguien se ha parado a pensar cuántas horas de nuestra vida pasamos escuchando canciones? A las reivindicaciones que tienen que ver con la música no se les puede hacer oídos sordos.

Violeta Rivera, en representación de ACOTE (Asociación de Calp de la Tercera Edad), ha dado voz al "profundo malestar y desacuerdo" de los mayores con la música enlatada que les ponen los domingos en el Centro Cívico. Les han cambiado la música sin consultarles.

"El ayuntamiento no nos está escuchando como creemos que tenemos derecho. Al parecer los mayores no nos merecemos tener, una vez a la semana, música en vivo y en directo", advierte Rivera.

La portavoz de los mayores, que fue la primera alcaldesa del Calp (por el PSOE y entre los años 1987 y 1995), critica que les "han plantado un karaoke en el que el 100 % de la música son grabaciones y un señor que canta de vez en cuando". Precisa que no pueden pedir piezas porque no las tiene grabadas. "A lo más que puede llegar es a grabarlas para la semana siguiente, pero, eso sí, sin interpretarlas, solo la música".

"Si le pides un pasodoble, te pone la música del 'Chocolatero' y así todo", relata Violeta Rivera, que señala que el ayuntamiento no se puede escudar en que los mayores siguen yendo a bailar los domingos al Centro Cívico. "Claro, somos mayores y sólo podemos ir ahí y más en invierno".

"Nos ningunean: han cambiado la música sin consultarnos"

La representante de ACOTE lamenta que el ayuntamiento los "ningunea". "Han cambiado la música sin ni siquiera preguntarnos a los asiduos si estábamos a gusto o no. Por lo menos con Leandro (el anterior cantante) podíamos pedir lo que nos gustaba y era música real, pero ahora ni eso".

Los mayores le piden al consistorio que deje de hacer oídos sordos, "que nos escuche y tenga en cuanta que el baile, más que una distracción, es una terapia para nosotros".