Peligrosa gamberrada en Xàbia: lanzan naranjas y piedras a los coches

Los «proyectiles» los arroja un grupo de jóvenes desde el río Gorgos a los vehículos que circulan por el camino que va junto al cauce

Naranjas y piedras lanzadas como "proyectiles"

Naranjas y piedras lanzadas como "proyectiles" / Levante-EMV

Alfons Padilla

Alfons Padilla

«Aquí están los ‘proyectiles’. Al principio solo tiraban naranjas, que ya pueden hacer mucho daño si te dan de lleno. Ahora lanzan también piedras. Es muy peligroso», explica un vecino mientras señala la «munición» desperdigada en el Camí del Riu Gorgos.

La gamberrada se las trae. Los vecinos tienen miedo. Con razón. Un grupo de jóvenes se ha aficionado a apedrear a los coches que pasan por este vial de Xàbia. Al principio, no era exactamente apedrear. Se emboscaban entre las cañas del río y tiraban a diestro y siniestro. Lo que lanzaban era naranjas. Esta es la zona agrícola del Pla de Xàbia. Hay muchos campos de naranjos (cada vez menos, eso sí, que la agricultura está de capa caída). No contentos con el daño que podían hacer. Decidieron tirar «proyectiles» de más calibre. Empezaron a coger las piedras del lecho del río y a «dispararlas» contra los coches. Algún paseante se ha llevado un buen susto. Las piedras ya han rozado y dado de refilón a transeúntes. Este camino es muy utilizado para caminar, hacer «running» e ir en bicicleta.

Impacto en un coche

Impacto en un coche / Levante-EMV

Los impactos en los coches han provocado abolladuras y roturas de faros. Eso y el sobresalto del conductor y los acompañantes al notar el golpetazo en la carrocería.

Un faro roto por el impacto de una piedra

Un faro roto por el impacto de una piedra / Levante-EMV

Los vecinos han acudido a la policía local. Les han trasladado a los agentes que los gamberros actúan casi siempre a la misma hora. Avisan de que los sustos y daños materiales pueden convertirse en algo mucho más grave cuando una piedra le dé a un vecino.

Una piedra ya le ha dado de refilón a un paseante y los vecinos temen que pase una desgracia

Los gamberros se esconden entre el cañaveral y huyen por el otro extremo del río, que da a la zona del polideportivo.

Los vecinos esperan que la policía tome medidas de manera urgente y ponga fin al peligroso fuego a discreción de naranjas y piedras.