La apuesta por nuevas variedades alienta la campaña citrícola en Morvedre

Los precios se incrementan entre un 20 y un 25% pese a la baja producción y la merma de calibres

Collidors, en plena campaña citrícola.

Collidors, en plena campaña citrícola. / Daniel Tortajada

Marián Romero

La apuesta de nuevas variedades de cítricos en el Camp de Morvedre ha dado un empujón a esta última campaña citrícola en la comarca, que ha cerrado sus puertas con los "mejores resultados de los últimos cinco años". Así lo avanzaba a Levante-EMV el presidente de la asociación AVA-Ascosa Sagunt, Francisco Campillo, a falta de pocos campos por recolectar.

Los precios que han alcanzados estas nuevas marcas como 'Nardorcott, Tango y Orri', han ayudado a salvar la temporada de naranja. Se trata de variedades protegidas que disponen de certificación y trazabilidad legal que garantiza su comercialización que, como explica Campillo, han alcanzado precios nunca vistos en el mercado local como los 19 euros la arroba, lo que supone cerca de 1,5 euros el kilo.

Pese a que llevan poco tiempo en el Camp de Morvedre, ya son muchas las propiedades donde se cultivan, sobre todo en las de los grandes empresarios del sector que puede realizar una fuerte inversión en sus negocios, pues se se trata de variedades para las que se exige "patente" y por las que se cobra de 150 a 160 euros por planta. "La hectárea viene a pagarse entre los 22.000 euros a 24.000 euros. Esa es la inversión que ha de hacerse", apunta.

Sin embargo, pese al alto coste, principalmente de la 'Orri', ya son varios los agricultores que la trabajan y es una variedad que empieza a imponerse en buena del territorio por los grandes beneficios que reporta. "Es una clementina muy buena, tardía, que se coge a finales de diciembre, a partir de Navidad y que tiene mucha demanda", explicaba Campillo. Además, si al agricultor le expropian el huerto, puede llevarse su patente a otra propiedad, sin problema".

Pese al buen resultado global, casi un 15% de "Valencia" se ha quedado en el árbol

Además de la aparición de estas nuevas variedades, la subida de precios de las naranjas también ha sido decisiva para hablar de una buena campaña. Tanto la 'Power' como algunas 'Valencias' han cotizado en el mercado entre los 5 y los 6,25 la arroba, es decir, entre los 36 y los 45 céntimos el kilo, precios que han incrementado de un 20 a un 25% respecto el año pasado. "Aunque es algo positivo, no tendríamos que perder la perspectiva de que las naranjas tienen el mismo precio desde hace 30 años y que, para haberse pagado bien, tendrían que haberse incrementado estos en más de un 50%", lamentaba el presidente de AVA -Ascosa Sagunt, teniendo en cuenta lo que se han incrementado los gastos de producción debido a la inflación y a otros factores.

Baja la producción

La mejora en los precios ha venido marcada por la disminución de la producción y el bajo calibre de la fruta. "Si el peso medio de una naranja 'Valencia' suele estar en los 300 gramos, esta campaña las hemos visto de 200 gramos, lo que ha llevado a que muchas queden colgadas en el árbol sin poderse recolectar y otras se hayan destinado para zumo, pagando el kilo entre 6 y 7 céntimos". Desde AVA se informaba que del 5 al 10% de la variedad 'Lane late' se ha quedado en el árbol, al igual que de 'Valencias'.

Otros de los aspectos positivos es la finalización de la campaña, que ha acabado antes de tiempo, tras un inicio ya marcado por las previsiones de una menor cosecha. "El año pasado se cerró a finales de junio y éste, en mayo ya está finalizada", terminaba Campillo.

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