Moisés Laguardia y Fer Castro, actuales concursantes de Pasapalabra, luchan cada tarde hasta la extenuación por completar el rosco o, en su defecto, por ganar el programa o al menos esquivar la silla azul.

Los conocimientos de ambos están muy igualados, lo que los lleva a protagonizar roscos de infarto y a aplicar táctica y estrategia en sus intervenciones para evitar perder el programa, auténtico éxito de audiencia en las tardes de Antena 3.

Pasapalabra: un bote de más de 520.000 euros

El martes 27 de junio, el bote de Pasapalabra atesoraba ya 526.000 euros y tanto Fer como Moisés estaban dispuestos a poner sobre la mesa toda su sabiduría para intentar llevarse esta pequeña fortuna. Sin embargo, la victoria sólo iba a estar del lado de uno de ellos.

Empezó el juego Moisés dado que era quien más segundos había conseguido en las pruebas previas al rosco de Pasapalabra. Sus respuestas fueron, como viene siendo habitual en él, muy medidas y sin dejar nada al azar. El concursante prefiere ir poco a poco, tener tiempo para meditar si lo necesita y dejar correr el tiempo si es preciso antes que cometer un error y dar al traste con sus posibilidades de ganar el bote de Pasapalabra o, al menos, vencer en el programa y evitar la silla azul.

Pasapalabra: Fer y Moisés, concursantes actuales del programa de Antena 3.

Su rival, Fer, comenzó más dubitativo aún, aunque pronto pisó el acelerador y empezó a responder una tras otra a las preguntas que le lanzaba el presentador de Pasapalabra, Roberto Leal. Encadenó un turno de siete aciertos con otro de cinco y un tercero de tres.

Mientras, Moisés se destacaba en turnos breves salvo por uno, en el que respondió correctamente a ocho definiciones. Al dar inicio la segunda vuelta al rosco de Pasapalabra, Moisés contestó a dos preguntas y optó por aplicar estrategia y plantarse.

Su decisión sorprendió porque sólo contaba en su haber con 22 aciertos, Fer estaba aún lejos de poder alcanzarlo y el tiempo le permitía pensar tranquilamente o, al menos, no mostrar todas sus cartas. Aún le restaban más de 40 segundos cuando Moisés se plantó y dejó que el cronómetro marcase el fin del tiempo.

Fer, sólo ante el rosco de Pasapalabra

En el otro lado, Fer tenía que arriesgar y conseguir al menos igualar el número de aciertos de Moisés para empatar y asegurar su presencia en el siguiente programa de Pasapalabra. Ante él, muchas definiciones aún por resolver y ya sin pausas para meditar sus respuestas dado que Moisés se había plantado y, por lo tanto, ya no jugaba.

Fer continuó hacia adelante y llegó a los 21 aciertos. Sólo le faltaba uno para garantizarse una silla en el siguiente programa pero no estaba seguro de las respuestas. Aún así, no había más que una opción: arriesgarse. Y así lo hizo. Fue con la X, pero Fer falló y tuvo que pasar a jugársela en otra palabra: la O. También erró y saltó, ya sin convencimiento, a la siguiente: la T.

Fer Castro, concursante de Pasapalabra.

Nuevo error y victoria para Moisés con una jugada que parecía arriesgada pero que, a la postre, resultó ser el movimiento correcto para ganar Pasapalabra.