Chella, antigua alquería junto al río Sellent

En la Canal de Navarrés. Chella se ubica en el sector central de la comarca, en el corredor de la Canal. El río Sellent así como los abundantes manantiales y fuentes contribuyen al protagonismo adquirido por el agua.

Chella es un municipio de la comarca de La Canal de Navarrés, localizado en el sector centro-oriental de la misma, a unos 14 kilómetros de la capital comercial, Xàtiva. Posee un término de forma estrecha y alargada y ocupa un total de 43.5 km2. Limita al sur con Anna; al este con Cotes y Sumacàrcer (municipios de la Ribera Alta); al norte con Navarrés y Bolbaite, y al suroeste con Enguera.

Situado a 219 metros de altitud, presenta un relieve montañoso que se distribuye en el término en tres áreas. El sector oriental, desde el pueblo hasta los altos del Montot y los Puntalicos y Partida Gorda, es dominio de los yesos y arcillas triásicas, sobre las que se han encajado el río Bolbaite y los barrancos del Turco y del Malet. En el sector central se aprecia el pequeño resalte donde se encuentra el pueblo, que marca un límite hacia una pequeña llanura, la Canal, que se halla cubierta de sedimentos y aprovechada por la agricultura de regadío. El río Bolbaite, que discurre aguas abajo por este llano, pasa por la unidad triásica mediante un gran salto. Hacia el oeste de la llanura se sucede una larga cadena de pequeños cerros y lomas, que van ganando en altitud hacia poniente, donde se encuentra la sierra de la Chicharra (657 msnm en la Cruz del Gallinero).

Chella, por su hidrogeología, es conocida por las numerosas fuentes que se distribuyen por su término, como las de La Fuente o Tres Chorros, El Abrullador, Las Clochicas y de La Parra.

Referencias históricas de Chella

En la zona del barranco del Lobo se hallan covachas en las que se han encontrado elementos de sílex y cerámicos que demuestran la ocupación humana desde el Paleolítico Superior. También aparecieron abundantes cerámicas con decoración geométrica pintada y algunos fragmentos de vasos de barniz negro, que datan de época ibérica.

Hacia el siglo XIII, Chella era una alquería musulmana. Fue dada por Jaime I a Pedro Dovit en el año 1250 y posteriormente perteneció a otros señores: los condes de Oliva, los duques de Gandía y los marqueses de Bèlgida. En 1609 fueron expulsadas las 90 familias moriscas que allí habitaban, y el conde de Oliva dio en 1611 carta puebla a 32 colonos cristianos nuevos. La población superó los 200 habitantes por primera vez a mediados del siglo XVIII y residían 531 habitantes en 1787.

Evolución demográfica (Una disminución contenida)

En 1900 había 2.706 chellinos y en 1940, 3.002. Hasta 1950, con 3.000 habitantes, se mantuvo la población. A finales de los años cincuenta y principios de los sesenta se halla un descenso de la población debido a la emigración por razones laborales: en 1960 había 2.796 habitantes y en 1970, 2.501. Desde entonces, la población se mantuvo estancada en torno a los 2.500 habitantes, hasta que a principios del siglo XXI experimentó un ligero incremento: en 2004 había 2.618 habitantes; y en 2012, 2.776. Desde el 2014 se ha venido reduciendo paulatinamente la población total, hasta alcanzar 2.434 habitantes en la actualidad.

Chella se halla junto a la carretera CV-580, entre las poblaciones de Anna, en el sur, y Bolbaite, en el norte. El río Sellent atraviesa el término y es drenado por los barrancos del Turco, Malet, Rafes, Obrer o Brollador.

Desde el 1920, la población de Chella se ha reducido en algo más de una décima parte (12%). El éxodo rural ha tenido como resultado un proceso de envejecimiento evidente: una cuarta parte de la población tiene más de 65 años, mientras que el 16% son menores de 20 años. Las defunciones de los últimos diez años (356) duplican a los nacimientos (160). La inmigración suple en parte el saldo vegetativo negativo: el 15% de la población es extranjera, mayoritariamente marroquíes y búlgaros.

Actividades agropecuarias y economía local

La mayor parte de los terrenos cultivados están dedicados al olivo. Chella cuenta con un total de 1.438 hectáreas, de las que 1.039 están dedicadas al secano y están distribuidas principalmente en: 965 ha de olivar para aceite y 49 ha de algarrobo. El espacio regable es modesto, y se reduce a unas 400 hectáreas regadas en su mayoría por las fuentes de Museta, Las Eras, El Hondo y del manantial llamado el Abrullador. Comprende 182 ha de olivar para aceite, 126 ha de cítricos y 55 ha de caqui.

Hallamos numerosas granjas de ovino y porcino; y cuenta con una cooperativa agrícola, que comercializa la mayor parte de la producción agraria.

El pueblo de Chella

El casco urbano tiene forma estrecha y alargada en dirección norte-sur y se encuentra adosado a la ladera occidental, en una cresta rocosa. En su trama urbana se distinguen tres calles paralelas y una veintena de calles transversales. La parte antigua del pueblo se localiza en el norte, en la parte más elevada. El núcleo medieval está constituido por la calle Mayor y las de Morera, Iglesia Vieja, Castillo y Conquista. En la Iglesia Vieja se encuentran los restos de la antigua mezquita, la cual fue cristianizada en el siglo XVI y finalmente destruida por los terremotos del siglo XVIII. La nueva iglesia, entre las calles Vesana y Nueva, está dedicada a la Virgen de Gracia. Fue desde este lugar desde donde el poblado fue creciendo. La travesía de la CV-580, construida en el siglo XIX, es en la actualidad el principal referente en el desarrollo urbano.

Como elementos patrimoniales destacan la iglesia de la Virgen de Gracia, reconstruida en el siglo XVIII, la ermita de San Nicolás, la capilla de San Roque, el Palacio de los Condes de Buñol y el lavadero municipal.

En el entorno urbano se localizan lugares de excepcional valor paisajístico tales como el mirador del Salto, el Salto de Chella, la Cueva de la Lluvia, la fuente del Abrullador o la Playa Salvaje.

Conocer Chella caminando

- GR-332 La Canal. Este se trata de un sendero lineal de Gran Recorrido que une todos los municipios desde Estubeny hasta el pico Caroche, y transcurre por Anna, Chella, Bolbaite, Navarrés, Quesa y Bicorp, recorre los parajes naturales más destacados y enlaza con otros senderos. La etapa que pasa por el municipio de Chella es la 1º Estubeny-Navarrés y tiene una distancia total de 24,7 kilómetros.

- PR-CV 113 Abrullador-Fuente Negra. Este sendero, circular, tiene una distancia total de 15 kilómetros y está catalogado como de dificultad media. Parte del municipio de Chella y transcurre por los principales parajes naturales del entorno: El Salto de Chella, la Fuente Negra de Anna o el barranco del Abrullador, donde se encuentra la fuente que recibe el mismo nombre y el azud de la Playa Salvaje.