El Alto Palancia. Despoblación en el entorno de Segorbe

La comarca del Alto Palancia se asienta en un corredor natural, tradicional, que permite la comunicación entre el litoral valenciano y la depresión del Ebro, entre la Comunitat Valenciana y Aragón

 La despoblación constituye un rasgo común en los pueblos del Alto Palancia, motivada por la emigración a su cabecera, Segorbe, a València y Castelló

Geldo.

Geldo. / Estepa

Cátedra AVANT. Universitat de València / Joan Carles Membrado Tena. Estepa. Universitat de València

Al sur del Alto Mijares, y al norte del Camp de Túria, el Sistema Ibérico valenciano cuenta con dos de sus sierras más paradigmáticas, tanto por su tamaño y continuidad, que las hace difícilmente transitables, como por su clara orientación NO-SE: nos referimos a las sierras de Espadán (o Espadà), al norte, y Calderona, al sur. Desde Aragón, estas dos alineaciones paralelas entre sí cruzan el territorio valenciano hasta alcanzar el litoral del Mar Mediterráneo en Almenara (Espadán) y Sagunt (Calderona). Entre ambas sierras se abre el valle del Palancia, cuya parte alta y media se corresponde con la comarca del Alto Palancia, y la parte baja, al Camp de Morvedre.

En la parte más alta de la comarca, en el límite con Aragón, se alzan la Sierra de Pina (1.405 m) y la Peña Salada (1.381 m), y entre ambas se extiende el Páramo de Barracas (1.000 m), que cierra el valle del Palancia por el interior y lo conecta con la cuenca del Mijares y este con el corredor de Teruel (cuenca del Turia). La Sierra Calderona se prolonga hacia el oeste a través de la Sierra del Toro y la aragonesa de Javalambre. La Sierra de Espadán se prolonga hacia el oeste por la sierra valenciana de Pina y queda separada de la Sierra de Gúdar por la cuenca del río Millars o Mijares.

Bejís, en el Alto Palancia

Bejís, en el Alto Palancia / Miguel Lorenzo

Tanto Espadán como Calderona se parecen en su estructura y geología, y son, al mismo tiempo, diferentes del resto de sierras valencianas. La naturaleza del roquedo es en su mayor parte del Triásico, con predominio de areniscas de rodeno (Buntsandstein) sobre las calizas (Muschelkalk) y yesos (Keuper). Cabe señalar que entre Soneja y Segorbe afloran potentes depósitos de yesos, que son aprovechados por industrias de la construcción, mientras en Jérica, Alcublas y El Toro predomina la litología calcárea del Jurásico. En el resto, el rodeno confiere a estas sierras un tono rojizo peculiar, y la naturaleza silícea de los suelos propicia una vegetación original en suelo valenciano: jarales, pinos rodenos y alcornoques.

El valle del Palancia presenta un relieve bastante accidentado debido a las fallas transversales y a las estribaciones serranas laterales. Se trata de un valle con frecuentes escalones y montículos en su interior, que alternan con una serie de vegas como las de Bejís, Teresa, Viver, Jérica, Segorbe, Soneja y Torres Torres, esta última ya en el Baix Palància o Camp de Morvedre.

Una despoblación continuada y selectiva

El Alto Palancia comprende 28 municipios, la mayoría de los cuales tienen entre 500 y 1.000 habitantes. Sin considerar su capital comarcal, Segorbe, ha perdido población durante el siglo XX, pues tenía unos 30.000 habitantes en 1910, 22.000 en 1960, y 14.000 en 2001. Durante los últimos años, ya en el siglo XXI, se ha estabilizado en unos valores en torno a los 15.000. La evolución de la cabecera comarcal ha sido distinta: a partir de 1940 la población de Segorbe ha ido aumentando a un ritmo pausado, de manera que en 1940 había algo más de 6.000 vecinos, y desde 2011 su población se halla en torno a los 9.500 segorbinos. Como en otras comarcas del interior la capital comarcal constituye uno de los destinos habituales de la emigración de los pueblos de esos territorios.

Evolución de la despoblación en el Alto Palancia sin Segorbe. 1900-2022.

Evolución de la despoblación en el Alto Palancia sin Segorbe. 1900-2022. / Estepa-UV

La estructura demográfica comarcal muestra signos de envejecimiento. Se observa a través de la pirámide de población como a partir del grupo de los 50 años de edad es porcentualmente mayor que la media valenciana, y hasta los 50 años, porcentualmente menor. La población mayor de 65 años representa un 26,4 %, mientras que en la Comunitat Valenciana representa un 20 %. Cabe destacar la dualidad comarcal entre Segorbe, y en menor medida Altura, Jérica y Soneja, que muestran una mayor capacidad de retención de la población, frente a la mayoría de los municipios del Alto Palancia, especialmente los de la vertiente sur de la Sierra de Espadán-Pina (Matet, Pavías, Higueras, Gaibiel o Pina de Montalgrao) y la norte de la Sierra Calderona-El Toro (Sacañet, El Toro).

Una comarca accesible y con potencialidades

El valle del Palancia constituye el camino natural entre el litoral valenciano y la depresión del Ebro, de ahí que hallemos el trazado del ferrocarril de Valencia a Aragón y la autovía mudéjar (A-23) de Sagunt a Zaragoza y Huesca. La accesibilidad del Alto Palancia es una de las mejores entre las comarcas del interior valenciano. Destaca por sus cultivos arbóreos de secano (unas 17.000 hectáreas), en su mayoría olivos; y por la superficie forestal, más de 40.000 hectáreas. Su actividad agroalimentaria es relevante para la industria local, basada en productos agrícolas y artesanales, aunque es el sector servicios, especialmente el turismo, el que representa la mayor fuente de empleo.

Pirámide de población del Alto Palancia sin Segorbe y la Comunitat Valenciana. Año 2022.

Pirámide de población del Alto Palancia sin Segorbe y la Comunitat Valenciana. Año 2022. / Estepa-UV

La cercanía al área metropolitana de València atrae numerosos visitantes que buscan tranquilidad, calidad ambiental y paisajística, patrimonio cultural, productos agrícolas y artesanales autóctonos y contacto con la naturaleza. Posee dos parques naturales: uno al sur, la Calderona, y otro al norte, la sierra de Espadán. Entre sus parajes naturales destacan los alcornocales de Matet, Azuébar o Chóvar y, en general sus aguas abundantes, como las del Salto de la Novia en Navajas o Los Cloticos de Bejís.

Se trata, por tanto, de una comarca condicionada por la ruralidad de sus municipios con un potencial económico, ambiental y social notable, y por un destacado patrimonio cultural, como lo atestiguan la Cartuja de la Vall de Crist de Altura, el acueducto de los Arcos de Bejís, la Torre Múdejar de la Alcudia de Jérica y, en Segorbe, la Catedral Basílica de Santa María de la Asunción, el castillo, el acueducto y las murallas.

Varios senderos oficiales permiten conocer sus paisajes montanos y culturales: el GR-7, que discurre por el oeste (Caudiel-Bejís); el GR-10, cuyo itinerario se basa en la sierra Calderona; el PR-CV-178 en Altura; el PR-CV-230 de Soneja; o las rutas de Espadán desde Almedíjar, entre otras.