El Valle de Confrentes-Ayora. Una comarca de contrastes

Se trata de un territorio localizado en el sector suroccidental de la provincia de Valencia. Tiene una extensión de 1.141 km², lo que representa en superficie la cuarta comarca de la Comunitat Valenciana. Es limítrofe a la Meseta de Requena (norte), al macizo del Caroig (este) y las llanuras albaceteñas de Almansa (oeste y sur). Gran parte de la comarca corresponde a un área asentada en una gran fosa abierta al oeste del macizo del Caroig; forma parte de una falla de distensión localizada en el Sistema Ibérico, que se extiende entre Almansa y el Vinalopó, al sur, y Ademuz y Teruel, al norte. El extremo meridional de la comarca está recubierto de sedimentos cuaternarios y forma un corredor llano, donde destaca la laguna de San Benito. A partir de Ayora se encuentran restos de substrato proveniente del triásico.

Los relieves montañosos más elevados del Valle superan los 1.000 metros de altitud. Destacan la sierra Palomera (1.260 m) y la sierra del Mugrón (1.154 m), esta última localizada al sur. También destacan la sierra del Boquerón (1.074 m) situada al norte, y Montemayor (1.108 m). Al norte de la sierra del Boquerón se halla la entrada del río Júcar en la comarca, procedente de Albacete. Entre la Palomera y el Boquerón se extiende la fosa de Espadilla, un gran corredor natural que delimita el Valle de Cofrentes-Ayora y las tierras manchegas vecinas.

En el sector septentrional de la comarca, en Cofrentes, se fusionan los dos ríos más destacados: el Júcar y su afluente, el Cabriel. Entre ambos aportan unos 50 m³/seg. Del resto de ríos existentes destaca el Reconque-Cautabán, afluente del Júcar, que discurre en dirección sur-norte. Constituye el eje fluvial de la fosa tectónica del Valle.

El Valle de Cofrentes-Ayora destaca por las numerosas fuentes naturales existentes en su territorio. Estos manantiales tienen su origen en el contacto entre la cobertura cretácica y el substrato impermeable triásico. El gran número de fuentes ha favorecido durante décadas el regadío tradicional local debido al elevado volumen de agua existente en las mismas. Además, el riego estuvo acompañado del levantamiento de sistemas de regadío de gran ingenio y la construcción de numerosos molinos que aprovechaban la extracción del agua, con el objetivo de producir energía hidráulica y molturar cereales.

Una despoblación a dos velocidades

El Valle es un territorio de carácter rural y agrario que presenta un índice elevado de envejecimiento poblacional. Los municipios de la comarca se encuentran en riesgo real de despoblación. En los últimos años, el número de habitantes de estos municipios se ha reducido sensiblemente. En 1920 había unos 18.500, unos 20.000 en 1950; 12.500 en 1981, y unos 9.500, en 2023.

Su capital comarcal, Ayora, es una excepción: en el año 1900 tenía unos 5.000 habitantes, en 1950, unos 7.000, y actualmente alrededor de 5.000 vecinos. Durante el siglo XX la población en conjunto de Cofrentes, Cortes de Pallás, Jalance, Jarafuel, Teresa de Cofrentes y Zarra superaba a la de Ayora; a partir de 1991, el escenario se invirtió. Actualmente la población de estos seis municipios no alcanza los 4.500 habitantes, y Ayora, unos 5.000, y con tendencia regresiva.

El elevado envejecimiento se muestra en la pirámide de población, donde se aprecia como a partir de la edad de 50 años es superior a los datos de la media valenciana, y hasta los 45 años es notablemente inferior. Los habitantes mayores de 65 años representan más del 40% mientras que la media valenciana es menor del 30 %. En los últimos 20 años la población del Valle se ha reducido en un 10%, mientras en la Comunitat Valenciana ha aumentado un 23 %.

Una comarca singular, con empresas y sectores referentes

La infraestructura viaria está condicionada por la principal carretera, la N-330 entre Requena y Almansa, que discurre de Norte a Sur, y vertebra la comarca. Ayora presenta una salida sencilla hacia el sur (Almansa), mientras que por el sector septentrional es más complicada, dada la existencia del puerto de la Chirrichana. El resto de las comunicaciones terrestres presentan dificultades. En el caso de Cortes de Pallás su accesibilidad es muy limitada.

El Rincón de Ademuz. La “isla” valenciana del interior

La superficie cultivada en la comarca representa únicamente el 5 % de su territorio; destaca el cereal, el almendro, el olivo y el girasol. Los productores de oliva se asocian en las cooperativas existentes; la cooperativa localizada en Jarafuel realiza tareas de envasado y comercio del aceite.

La economía comarcal está condicionada por dos empresas de gran relevancia para la comarca y para la Comunitat Valenciana. Por una parte, la Central Nuclear de Cofrentes, que ha constituido un factor de freno parcial a la despoblación. Facilita empleo estable a más de 800 trabajadores del entorno territorial, entre Requena y Almansa, y genera más del 40% de la energía eléctrica valenciana.

Por otra parte, el Balneario Hervideros de Cofrentes. Un centro termal de referencia que ha permitido que Cofrentes sea hoy el principal destino turístico del interior valenciano, con más de 120.000 pernoctaciones anuales y 240 empleos directos.

En la comarca del Valle además destaca la apicultura, organizada por la Sociedad Cooperativa Apícola de España, ANAE, ubicada en Ayora, que aglutina una parte de la producción de miel y de los subproductos generados por la apicultura. Además, las actividades cinegéticas se han potenciado en las últimas décadas, gracias a la creación de tres grandes áreas en las que se permite la caza.

El turismo

El turismo del Valle ha ido incrementando su importancia. Por un lado, por el protagonismo adquirido por el Balneario de Cofrentes; por otro lado, por los diversos productos que se ofrecen, como la ruta navegable por el río Júcar, entre Cofrentes y Cortes de Pallás; la densa red de senderos, entre los que destaca el Sendero de Gran Recorrido GR-7, que transcurre de norte a sur, por el sector oriental; y el numeroso y valioso patrimonio cultural que ofrece la comarca.

Els Ports de Morella, paisajes de despoblación del norte castellonense

Destacan los diversos castillos, como los de Ayora, Jalance y Cofrentes, y los de Cortes de Pallás (Chirel, Pileta, Otonel y Ruaya); o la Iglesia Parroquial de la Asunción de Nuestra Señora y la Iglesia de Santa María La Mayor, en Ayora. Los paisajes naturales son especialmente atractivos, entre los que destacamos el Volcán de Agrás en Cofrentes, la Cueva de Don Juan en Jalance, y la Sierra del Mugrón, con el yacimiento íbero de Castellar de Meca, en Ayora.