En lo político, la división interna del PP ha beneficiado, y mucho, a los socialistas. Si bien Compromís ha salvado la papeleta tras la renuncia de Albert Girona a la reelección y logra consolidar sus cinco escaños pese a una ligera pérdida de votos, los populares se dejan la mitad de su representación. Con un candidato nuevo nombrado a un mes de las elecciones y con la agrupación dividida por la defenestración de su anterior portavoz, Mª Carmen Santos Juanes, los conservadores han luchado también contra la debacle generalizada de la marca PP. Pero también aquí la economía ha influido. Santos Juanes ha sido la edil de Empleo. Prometió reducir el paro a la mitad y no lo consiguió a tenor de las cifras oficiales. Su partido decidió prescindir de ella y lanzó un mensaje indirecto al electorado de desconfianza en la gestión realizada. Un auténtico suicido que ha reforzado el discurso del PSPV. El PSOE, que ha sabido movilizar a los suyos y ha logrado en términos absolutos el mejor resultado histórico del partido. Efectivamente, era estúpido pensar que la economía no sería la clave. s. vives sueca
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