Los técnicos atribuyen a la fragilidad de las pilastras y al tráfico las grietas en los casalicios de Alzira

El arqueólogo recuerda que el templete tiene 300 años de historia y que el material calizo de los soportes es muy endeble para una cubierta tan pesada. «El continuo paso de vehículos que incluso ha hundido el adoquinado no le hace ningún bien»

Las dos pilastras del casalicio de Sant Bernat en las que han aparecido grietas.

Las dos pilastras del casalicio de Sant Bernat en las que han aparecido grietas. / Pascual Fandos

Pascual Fandos. Alzira

La fragilidad de las pilastras de piedra caliza, el peso de una cubierta muy sólida, los 300 años de antigüedad siempre a la intemperie pero, sobre todo, el intenso tráfico que soporta la avenida de los Santos Patronos, con el continuo paso de vehículos junto a los casalicios, se presumen como el conjunto de factores que ha provocado la aparición de fisuras en dos de las tres pilastras del templete que alberga la imagen de Sant Bernat, según ha explicado el director del Museu Municipal d’Alzira (MUMA), Agustín Ferrer.

La consulta elevada por la concejal de Patrimonio Histórico, Isabel Aguilar, a la Universitat Politècnica de València para valorar el estado de este edículo, ha propiciado que técnicos de la misma se hayan desplazado ya a Alzira y, como ya adelantó Levante-EMV, se han instalado unos testigos de escayola para tratar de confirmar si las grietas se han estabilizado o van a más. A la espera del informe que elabore la UPV sobre las causas y las posibles soluciones, Ferrer dejó claro que el ayuntamiento deberá intervenir para evitar males mayores. 

Intervención en el casalicio para evitar daños mayores

«Una grieta, a la larga, va a provocar filtraciones de agua, humedades,…, es un punto frágil que hay que solucionar antes o después», comentó, mientras señalaba que con las aportaciones que realicen los técnicos de la UPV se buscarán las soluciones más eficaces «en el tiempo y la forma», conscientes del céntrico emplazamiento en el que se tiene que actuar.

«Una fisura es un punto frágil que va a provocar filtraciones de agua y que antes o después hay que solucionar»

«La cumbrera se apoya sobre tres pilastras muy endebles y el peso tiene que estar muy bien repartido para que no castigue más a una que a las otras. Se trata de una cubierta muy sólida y tres pilastras de un material calizo muy blando para que se pudiera labrar. El tráfico intenso, pesado y continuo que soporta tan cerca y las vibraciones que provoca no le hacen ningún bien, se puede ver en el adoquinado que se ha hundido», incidió Ferrer, que también recordó los diferentes traslados que han sufrido los casalicios del antiguo puente de Sant Bernat, que datan de principios del siglo XVIII, así como todo tipo de «avatares» a lo largo de estos 300 años.

Las grietas son visibles al menos desde el pasado verano y están presentes en dos de las caras de las pilastras afectadas. Se localizan en la parte más alta y tienen un trazado vertical que en algún caso recorre todo el capitel.

Reubicación de los templetes en 2007

Los casalicios de los Santos Patronos de Alzira fueron reubicados en 2007 después de que una intervención para corregir la inclinación que presentaban descubriera que estaban desplazados de su cimentación original, un cambio atribuido al momento en que se desmontó el puente a mediados de los años sesenta para crear la actual avenida, que los situó justo en el centro del nuevo trazado. 

Los templetes se rearmaron entonces pieza a pieza sobre la base original, al tiempo que se recuperaba la calzada y las barandillas del antiguo puente como forma de contextualizar uno de los conjuntos más representativos del patrimonio local. Esta reubicación obligó a reordenar el tráfico en la avenida principal que, no obstante, discurre pegado a los casalicios que albergan las imágenes de Sant Bernat, en el que han aparecido estas grietas, y las de «les germanetes» María y Gracia.

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