Alzira expande el contenedor marrón para recuperar más basura orgánica

El ayuntamiento impulsa una campaña de concienciación tras aumentar de 40 a 110 las unidades del "quinto contenedor" en las calles

Uno de los puntos de información sobre la gestión de residuos.

Uno de los puntos de información sobre la gestión de residuos. / Levante-EMV

El Ayuntamiento de Alzira ha iniciado una campaña de información sobre el uso del contenedor marrón, destinado a la recogida selectiva de la fracción orgánica, tras completar la distribución de otros 70 recipientes que elevan a 110 los distribuidos por toda la ciudad

El Plan Integral de Residuos (PIR) de la Comunitat Valenciana regulaba la obligación de que a partir del 1 de enero de 2020 todos los municipios y entidades locales debían haber implantado esta recogida selectiva aunque, en la práctica, son todavía una minoría los que cuentan con el también conocido como quinto contenedor. El concejal de Servicios Públicos, Fernando Pascual, reivindica que Alzira fue «pionera» y se adelantó en 2019 a la ley con la instalación de 32 contendores marrones en una experiencia piloto en la que participaron cerca de 1.500 usuarios. Las familias adheridas a esta experiencia piloto contaban con una llave de apertura del contenedor, una medida de control que con el tiempo se ha eliminado.

El edil detalla que a través del contrato de transición firmado con Fovasa, en 2021, se ampliaron a 40 este tipo de contenedores y que, en los últimos meses, se han repartido otros 70 de forma estratégica para intentar dar cobertura a todo el casco urbano, aunque el número es bastante inferior a los de la fracción resto. El área de Servicios Urbanos y la empresa concesionaria, Fovasa, han impulsada un campaña informativa para potenciar el correcto uso del contendor marrón con la instalación de puntos de información en la calle con educadores ambientales que también realizan visitas a los domicilios.

Sin entrada diferenciada en la planta de Guadassuar

No obstante, el gerente del Consorcio de Residuos Ribera-Valldigna, Ángel Rodríguez, ha explicado que, pese al esfuerzo del ayuntamiento, todavía no hay una entrada diferenciada de la fracción orgánica de Alzira en la planta de tratamiento, más allá de la que procede de la Barraca, donde opera el sistema puerta a puerta a través de la Mancomunitat. 

Rodríguez señala que hay habilitada una entrada diferente para los biorresiduos, aunque primero se debe comunicar al consorcio para efectuar una caracterización de los primeros envíos, algo que no se ha realizado, incide. Sí se confirma que la materia orgánica presenta menos del 20 % de impropios se acepta como tal y pasa a la planta de compostaje aunque, si supera ese porcentaje, se deriva a las playas de entrada de la bolsa gris por las excesivas impurezas.

Los municipios que no realicen una buena selección en origen se verán penalizados ya este año por el nuevo impuesto que grava el depósito de residuos en vertedero. Se trata de un impuesto estatal. El Consorcio Ribera-Valldigna prevé establecer un criterio de reparto de este impuesto en función de las toneladas que la planta de Guadassuar reciba de cada pueblo. La primera liquidación trimestral se pasará en abril. El gerente del Consorcio de Residuos Ribera-Valldigna, Ángel Rodríguez, explica que, de forma transitoria, los ayuntamientos pueden asumir durante los primeros tres años este gravamen que con posterioridad se repercutirá a los usuarios. Pascual Fandos Alzira

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