Una completa guía de rutas ciclopeatonales abre la puerta al turismo verde

Pedro Domínguez presenta el martes un libro que descubre parajes naturales de gran belleza de la Ribera para ser recorridos en bici o a pie

Domínguez, observa la Valldigna desde la Ruta de la Font del Barber.

Domínguez, observa la Valldigna desde la Ruta de la Font del Barber. / Levante-EMV

A. C.

No podía ser otro. Pedro Domínguez, conciencia crítica de los despiadados ataques que la naturaleza sufre por la acción devastadora de los humanos e impulsor del colectivo La Ribera en Bici-Ecologistes en Acció, ha elaborado la primera guía de rutas ciclopeatonales de la Ribera. Se presentará el martes en la Casa de Cultura de Alzira. Ese manual servirá para que los ciudadanos descubran enclaves paisajísticos de gran belleza de su propia comarca al tiempo que practican el ejercicio físico pero también para canalizar el incipiente turismo verde, aunque para ello resulta necesario culminar la red de carriles-bici que está proyectada y emprender nuevos tramos.

El primer doble mensaje que lanza Domínguez en el libro parece obvio aunque tiende a olvidarse: «El cuerpo humano está hecho para caminar» y «la bicicleta es el vehículo más ecológico, económico y saludable». En torno a estos principios se articula la guía, que muestra casi una treintena de rutas para que los ribereños exploren el territorio que les envuelve. Si deciden recorrerlo seguro que les sorprenderá. «El primer objetivo que me llevó a plantear este reto era mostrar nuestra comarca y poner en valor una tierra fértil que da de comer a más de 300.000 personas y que alberga rincones naturales que son auténticas joyas», proclama el autor.

El agua es el hilo conductor de la mayoría de las rutas propuestas, que circulan junto a los ríos y grandes canalizaciones de agua de la Ribera o proponen visitar fuentes y masas de agua como la Font del Garrofer y del Barber (la Casella), los Ullals del Riu Verd y los de Baldoví en Sueca, la Font Amarga, la Llacuna del Samaruc, Fontanelles, L’Albufera o la Font de la Parra. «Solo hay que seguir el agua», propone Domínguez.

El aprovechamiento de estos parajes para fines recreativos y turísticos invita también a reflexionar sobre la necesidad de recuperar «tierras de cultivo que fomenten la agricultura ecológica» y de transformar «muchos huertos y masías abandonadas en casas rurales que puedan acoger a los potenciales visitantes y turistas que se sientan atraídos por esta tierra», apunta el veterano profesor y activista. De hecho, la guía promociona itinerarios que "comienzan y acaban en las estaciones del tren o el metro" para facilitar la llegada de viajeros y ciudadanos interesados en la naturaleza.

Domínguez sueña con el Camí del Xúquer para cruzar toda la comarca junto a esa gran espina dorsal que representa el río que nos proporciona la vida. Y reivindica la apertura de nuevas vías verdes que vertebren la Ribera. Se ha avanzado bastante, pero queda mucho camino por recorrer.