El primer triunfo de la UD Alzira en el Rico Pérez acerca la salvación

Los azulgranas encadenaban cinco meses sin ganar como visitante

Celebración junto a Juan Menacho.

Celebración junto a Juan Menacho. / Kiko Felguera

David Chordà

Una victoria contra el Hércules el 23 de abril de 2000 fue la antesala de la salvación que la UD Alzira consiguió dos semanas después ante el Lorca. 23 años después, la afición alzirista espera que se repita la historia. El pasado domingo, la UD Alzira logró una victoria que quedará en el recuerdo de los azulgranas. Por primera vez se vencía en el José Rico Pérez y se reavivó la ilusión de que la permanencia en 2ª RFEF es posible. Los cálculos especulaban que con siete puntos la salvación sería factible. Se contaba con los seis contra los ya descendidos Ibiza y Mallorca B y se aspiraba a rascar por lo menos uno en las convulsas aguas del Rico Pérez. Y no fue uno, sino tres. Además de los equipos baleares, también ha confirmado el descenso la UE Olot y nuevos equipos se han puesto en problemas. El Alzira sale del descenso directo en detrimento del Prat pero aún está en zona play-out. Sin embargo, el Deportivo Aragón y el Formentera se han quedado a uno y dos puntos de los ribereños, así como el Lleida y el Badalona.

Logrando los seis puntos, el Alzira jugaría por tercer año consecutivo en Segunda Federación. Sumaría 45 puntos. Suponiendo que Badalona, Lleida y Formentera también ganasen sus dos partidos, el Deportivo Aragón y el Prat se quedarían con 44 y 41 ya que los maños juegan la última jornada contra los badaloneses y los pratenses ante el Lleida. Con los resultados a la inversa sería el Badalona y el Lleida los que quedarían por detrás de la UD. Sendos empates incluso permitirían escalar más posiciones a los alziristas. Además, Lleida y Formentera juegan en la última jornada contra Espanyol B y Mestalla. Los periquitos posiblemente acaben cuartos porque están a cuatro puntos de 2º y 3º y cinco sobre el 5º. Por su parte, el Mestalla se puede jugar la segunda plaza con la Peña Deportiva. Todas estas cábalas irán depurándose tras la próxima jornada que será en horario unificado el domingo a las 12 h. El Alzira recibirá al CD Ibiza Islas Pitiusas. El triunfo blaugrana y la derrota del Prat en Lleida otorgaría a los barceloneses la última plaza de descenso directo que queda por dirimir.

La plantilla del Alzira festeja la importante victoria en Alicante.

La plantilla del Alzira festeja la importante victoria en Alicante. / Kiko Felguera

Volviendo a la realidad, los cien aficionados desplazados a Alicante vivieron una tarde mágica no exenta de nervios. Marc Garcia devolvió la portería a Adrián, con Abraham, Soler, Solbes y Cortijo en defensa habida cuenta de que Kaiser se ha lesionado para lo poco que queda de campaña. Por delante situó a Lado y Marenyà con Joaquín más adelantado. “Pensamos que jugarían con dos y uno para que nosotros tuviésemos a Joaquín con su 6”. Álvaro entró por la derecha, Pitu por la izquierda y Joel en punta.

Cinco meses sin ganar lejos de casa

El Alzira tuvo que jugar con la tercera equipación del Hércules al considerar el colegiado que había similitud de colores. El año pasado la UD utilizó el segundo equipaje sin problemas. En la primera jugada del partido, a los quince segundos, Luque jr. se quedó a centímetros de conectar la asistencia de Míchel Herrero. Los herculanos siguieron llevando el peso del juego con varias llegadas hasta el minuto 20 que el Alzira empezó a combinar mejor. A diez para el descanso, Joel puso el balón en la media luna y Pitu conectó un chutazo que dio en el palo y entró. El Rico Pérez hervía contra el propietario, Enrique Ortiz porque la derrota les enviaba a cinco puntos del play-off con seis por disputar. Jean Paul pegó al palo a dos para el 45.

En la segunda parte, Marc retiró a Joaquín por Serra en el 58. Después, Álvaro lesionado dejó su puesto a Sergio González que entró por la derecha y ya a dos para cumplirse el tiempo reglamentado Aketxe retornó al que fue su estadio la pasada campaña. Los blanquiazules lo intentaron sin acierto “con centros laterales cuando no teníamos un 6 o un 8 de altura”, hasta el punto que aficionados más radicales entraron al campo tras el pitido final. Los jugadores alziristas se fueron hacia el córner donde estaba los aficionados y se fundieron en un abrazo con Juan Menacho, que perdió a su hija el pasado jueves y encontró en su Alzira la vía de escape. “Le dedicamos a él la victoria y a todos los aficionados que han viajado y que no les habíamos podido ofrecer una triunfo”. De hecho, habían pasado cinco meses y diez días de la anterior victoria como visitantes.