Cinco pueblos de la Ribera siguen sin plan contra incendios a las puertas del verano
La Conselleria de Agricultura todavía no ha podido validar los documentos de protección de Alginet, Beneixida, Fortaleny, Massalavés y Sollana - Todos los municipios con masa forestal están obligados
La sucesión de pequeños incendios forestales o en zonas de vegetación en la Ribera durante las últimas semanas parece no tener fin. Alfarp y el Marquesat, especialmente junto al río Magro, ha registrado varios. No son los únicos, pues se puede sumar el acontecido en la madrugada de ayer en Carcaixent, que obligó a intervenir a los bomberos del consorcio provincial y de las brigadas forestales de la Generalitat, o el producido en Turís el martes. A las puertas del verano y tras una primavera especialmente seca que acrecienta el riesgo, todavía cinco municipios de la comarca carecen de un Plan Local de Prevención de Incendios Forestales a pesar de que es una obligación legal desde el año 2005.
La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica no ha registrado variación alguna con respecto a hace un año, al menos entre los pueblos de la Ribera. En el listado de programas preventivos aprobados por el gobierno valenciano todavía no figuran ni Alginet, Beneixida, Fortaleny, Massalavés o Sollana. Son las únicas de la comarca que carecen de este documento. Desde 2005, todos los ayuntamientos con masa forestal están obligados, por ley, a contar con un plan contra incendios que, en la mayoría de los casos, tiene validez por un periodo de entre cinco y quince años y debe actualizarse pasado el periodo que corresponda. Sant Joanet es el único pueblo de la Ribera que está exento.
Más de 100 hectáreas
Los cinco municipios que carecen todavía de plan de prevención de incendios de acumulan casi 130 de hectáreas de terreno forestal, la mayoría de ellas ubicadas en Alginet, que posee un centenar. Algo más de una veintena se circunscriben al término municipal de Sollana, mientras que Beneixida, Massalavés y Fortaleny tienen, cada uno de ellos, menos de una decena.
A pesar de que los ayuntamientos deben completar este trámite, por imperativo legal, desde el año 2005, la redacción de estos documentos no fue, ni mucho menos, inmediata. Alzira fue el primer ayuntamiento de la Ribera en elaborar su plan local y tardó cinco años. Le siguió la Pobla Llarga, que logró el beneplácito de la conselleria en 2012. Durante los siete años siguientes, ningún consistorio de la comarca se añadió a la lista.
La situación cambió en los últimos años, ante la insistencia del Fiscal de Medio Ambiente y el impulso de ayudas supramunicipales destinadas a facilitar a los ayuntamientos la redacción de planes. En poco más de tres años, cuarenta consistorios se unieron a Alzira y la Pobla, a excepción de los cinco mencionados.
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