Leo Giménez amplía el manual que simplifica el valenciano para facilitar su aprendizaje

La editorial alzireña Reclam lanza el segundo volumen de la obra «El Valencià és fàcil»

Leo Giménez en una firma de ejemplares.

Leo Giménez en una firma de ejemplares. / Levante-EMV

Emma Sanchis

Leonardo Giménez ha dedicado su vida profesional como técnico lingüístico del Ayuntamiento de Alzira -y lo sigue haciendo una vez jubilado- a divulgar el valenciano y acercar la lengua a aquellos que no la utilizan o no la conocen, de una forma sencilla. Colaborador de Levante-EMV con artículos dedicados a reflexionar sobre temas lingüísticos, acaba de lanzar de la mano de la editorial alzireña Reclam el manual «El Valencià és fàcil 2».

Se trata de una obra que pretende acercar el valenciano normativo mediante su simplificación tanto para valenciano-hablantes como para valenciano-aprendices. El autor contextualiza la dificultad que muchas personas encuentran a la hora de estudiar, aprender y utilizar el valenciano por lo que él considera un modelo lingüístico demasiado artificioso y alejado de la oralidad. Giménez comenta que el problema principal del modelo es que está demasiado alejado del uso común y cotidiano.

Este trabajo supone una oportunidad para el reconocimiento de la variedad y la riqueza del patrimonio valenciano y, para ello, trata de apostar por la unidad de la lengua sin «uniformismos» ni «centralismos despersonalizados». 

El autor de la obra considera que el valenciano tiene unas condiciones «muy singulares» para apostar por su simplificación respecto de otras lenguas: «No podemos excusarnos en que otras lenguas tienen una gramática más difícil. Nosotros tenemos una condición muy importante: la minorización y la lejanía de los miembros dirigentes de la administración. Aunque el camino es complicado, ventanas como las que ofrece la editorial Reclam son muy valiosas», señala el valenciano. 

Giménez plantea la necesidad de acercar la lengua a los jóvenes para construir «una lengua con garantía de vida para muchos años». «En las calles no se habla mal valenciano, se habla el valenciano que siempre se ha aprendido», recalca el autor.

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