El sueño cumplido del Alzira FS

El Family certifica el ascenso a Primera División en la que ya es una jornada deportiva para la historia de la ciudad

El club ha pasado en seis años de jugar en Tercera sin aspiraciones más elevadas a alcanzar la máxima categoría estatal

Jugadores y afición celebran el ascenso.

Jugadores y afición celebran el ascenso. / Carla Cortés

David Chordà

Trenta y tres años después, Alzira volverá a tener fútbol sala de Primera División. El Family Cash Alzira FS ganó al Burela a la heroica. Al igual que los gallegos superaron el primer partido de la primera eliminatoria cuando fenecía el encuentro y la prórroga contra el Sala 10, el conjunto ribereño logró el ascenso a solo dos décimas de que sonase la bocina. Tras un partido con más ocasiones gallegas, con cuatro balones al palo -uno inolvidable del Pichichi de la liga, David Pazos a saque de falta- y numerosas intervenciones de un excelso en los play-offs Porky, Javi Sena hizo enloquecer un Palau d’Esports lleno hasta la bandera.

Espectacular ambiente antes del inicio del partido.

Espectacular ambiente antes del inicio del partido. / Carla Cortés

Era la primera vez en los más de 30 años de historia del Palau que la instalación se llenaba por méritos propios. Estuvo a reventar el 4 de diciembre de 1989 cuando la Liga Nacional de Fútbol Sala y TVE promocionaban el entonces llamado “deporte de moda” con un concierto de Loco Mía. También se llenó el 23 de abril de 1994 en la ida de la final de la copa EHF entre el CB Alzira y el Lind Linz pero fue gracias a las entradas regaladas. La directiva del club de balonmano afirmó estar decepcionada porque la afición no respondió colaborando económicamente en una temporada muy dura donde los jugadores llegaron a encerrarse en el Palau.

Peiró pelea por el balón con Lucho.

Peiró pelea por el balón con Lucho. / Carla Cortés

El sábado no fue así. Excepto las habituales invitaciones a patrocinadores y autoridades, el resto abonó su entrada entre 8 y 20 € con lo que el club recibirá una última e importante inyección económica extra. El ambiente fue mágico. La afición alzireña -excepto la Curva Dril- solo se engancha a animar en momentos muy puntuales pero el sábado fue diferente. Desde el principio los 2.800 aficionados estuvieron alentando. Los jugadores lo dieron todo. El Burela había llegado muy tocado al 38º partido oficial. Dos bastiones como Pitero y Rikelme se rompieron el cruzado en el último partido de la primera ronda y la rotación era de apenas 6-7 jugadores. De hecho, era el meta Kałuża el quinto jugador de campo para tener uno de refresco en el banquillo (y proteger mejor la portería). Además, sabedores de que no tenía un tiro poderoso, los alzireños se preocupaban más de marcar al resto. En play-off, Braulio ha rotado menos el equipo dando poca participación al más joven de los habituales, Gustavão, y al más veterano, Gabri. El fisio Guillem España e incluso el médico, Miguel Castejón, trabajaron a destajo en el banquillo para recuperar a los jugadores de los calambres.

Braulio Correal da instrucciones a Parreño.

Braulio Correal da instrucciones a Parreño. / Carla Cortés

Preocupante fue el momento en que Porky se dolió tras una parada. Nacho Serra estaba sancionado y la responsabilidad podía recaer en el joven meta de 17 años, el carcaixentí Maseres. “Braulio me dijo que calentara y estaba preparado por si tenía que salir”, dijo tras el encuentro. No hizo falta y la locura se desató. Quedaban cinco segundos. Lucho encaraba el área. Le esperaban Porky arrodillado y Álex Naranjo. Peiró, en otro alarde defensivo le robó el cuero. Porky lo sacó del área, Naranjo se la puso a Sena que evitó la salida del portero polaco, que se la dio a Joan Miguel. El cullerense, que ha hecho defensivamente un play-off para enmarcar, podía lograr el gol del ascenso pero estaba a diez metros y con un defensor en el área. La pasó a Javi Sena, autor de varios golazos en este tramo final de campaña, que marcó desde la izquierda para desesperación de los bureleses. Estaba dentro del tiempo que se paró a falta de 0’2 segundos. El fútbol sala fue justo con los alzireños que tantos sinsabores vivieron la temporada anterior en los tramos finales de partido. El exportero Raúl Garrido auguraba antes del play-off que “se podía dar la maldición del 2º clasificado” y así fue. El año pasado no subió el Peñíscola y este no lo ha hecho Burela pese a que había sido el equipo más fiable en liga tras los castellonenses. El presidente, Vicente Fontana, no podía ser más feliz. Se había cumplido su mayor sueño. No subir a Primera sino “llenar el Palau” que hace cuatro años, pese a redebutar en Segunda, apenas congregaba unos cientos de aficionados. Durante la semana hubo recompra (que no reventa) de entradas a aficionados que el sábado no podían estar en la cita.

Sena celebra el tanto de la victoria y del ascenso.

Sena celebra el tanto de la victoria y del ascenso. / Carla Cortés

“Me quedo”

Otro de los más felices sobre el parqué era Gon Castejón. Muy mermado desde hacía tres partidos, lo ha dado todo. Siete goles en nueve partidos. Durante la celebración espetó a la radio de À Punt un “Me quedo” a lo Gerard Piqué que después ya en frío matizó. “Se intentará porque mi sueño es seguir aquí”. El valenciano ha firmado por el Jimbee de Cartagena con una cláusula por la que si era cedido en septiembre a algún equipo de Primera División la principal opción sería la capital ribereña si lograba subir a la máxima categoría. Lo que parecía una utopía o un proyecto más sólido para la siguiente temporada se produjo antes de lo esperado.

Despedida de Gabri

Varios fueron los manteados. Uno fue Gabri, que a sus 39 años recién cumplidos deja el fútbol sala en activo “para jugar la liga local con los amigos del pueblo”. Se va del fútbol sala con su “mayor deseo hecho realidad”, subir a Primera División. Tras dos años en la categoría de Plata con el San Vicente, jugó en el Ye Faky de su Cocentaina natal en 3ª y retornó a la categoría de bronce dos años más en el Nueva Elda. Con 35 “fue una alegría inesperada la llamada para formar parte de este proyecto”. Sus arengas a la grada quedarán para el recuerdo así como su enorme trabajo defensivo.

Gonzalo Castejón y un grupo de aficionados.

Gonzalo Castejón y un grupo de aficionados. / Carla Cortés

El hilo que ha unido todos los triunfos es alzireño, Braulio Correal, jugador del equipo durante una década que tomó las riendas del banquillo ribereño al año siguiente de su retirada, con 32 años. Tras ser campeón de Tercera con el Maristas Levante y ser segundo entrenador en el primer equipo granota, tomó las riendas del Levante para lograr la salvación en la Primera División. Factores externos e internos influyeron para que fuera destituido iniciada la temporada 2016-17 pero siguió entrenando en l’Olleria, con el que quedó quinto en 2ª B.

El proyecto alzireño ha adelantado plazos. En 2016,  Vicente Fontana, Luis Pérez, Luis Hernando, Juan Garrido, Paco Felguera, Jorge Sayol y Sergio Garrigues iniciaron un plan para sacar del ostracismo al Alzira FS en el que había caído en los años anteriores, vagando por la media tabla de la Tercera División.

Euforia desmedida en la plantilla del Family.

Euforia desmedida en la plantilla del Family. / Carla Cortes

Mayor experiencia

En 2017 Braulio volvió donde siempre había querido estar y logró el título de liga de 3ª y el ascenso a 2ª B, categoría perdida en 2009. En solo una y dura temporada con múltiples desplazamientos al norte de España obtuvo otro título, el de la categoría de bronce y otro ascenso, a la División de Plata. El club seguía subiendo en exigencias. De un presupuesto de 25.000 € en Tercera, la LNFS requería un mínimo de 150.000. La temporada del Covid se cerró en la 10ª posición con victorias épicas como el 5-2 al Barça B. El segundo año fue el de los subgrupos donde se jugó la promoción de permanencia que fue superada magníficamente con una sola derrota, el primer puesto y viendo de lejos el descenso. El año pasado se dio el primer gran salto de calidad alcanzando el 4º puesto, remontando el primer partido del play-off al Antequera pero se sucumbió en la localidad malagueña. En esta temporada se ha visto que el equipo ha crecido. En la pasada campaña se escaparon muchos puntos en el último minuto, incluso a falta de segundos. En esta, aunque al equipo le costaba diez minutos asentarse en el partido, se le han visto más hechuras. “Tenemos jugadores más dedicados a nuestro deporte, con más experiencia, y se nota”, explicó Correal. Y lo que es el deporte. De un final de liga triste, con derrota en cancha del Betis que descabalgó de la 3ª posición y otra, ya intranscendente en el Palau contra el Unión África Ceutí, se afrontaba un play-off contra dos equipos que habían goleado a los ribereños. Un empate a tres en el Palau contra Burela fue lo más destacado. Incluso si el rival hubiera sido el 5º, el Sala 10 Zaragoza, solo se cosecharon sendos empates a tres. Pero por eso el deporte es maravilloso. Con un partido espectacular se ganó 5-8 en El Ferrol a O Parrulo. Se perdió en los penaltis la vuelta pero se ganó 0-1 en la localidad coruñesa. De Burela se volvió con el primer punto de la serie al vencer en los penaltis y el resto de la historia, ya lo conocen. 

La plantilla al completo festeja el histórico momento.

La plantilla al completo festeja el histórico momento. / Carla Cortés

Suscríbete para seguir leyendo