«No es agradable que te feliciten por el rescate cuando ha muerto otra persona por la que no pudimos hacer nada»

El policía Javier Esteban logró sacar a la conductora con el coche accidentado el sábado en Alzira ya en llamas

Vicent March, agente de Algemesí también forcejeó para liberar al acompañante, aunque estaba atrapado

Vicent March y Javier Esteban, los policías locales que acudieron a auxiliar a las víctimas en el accidente del sábado.

Vicent March y Javier Esteban, los policías locales que acudieron a auxiliar a las víctimas en el accidente del sábado. / Agustín Perales

Javier Esteban salvó la vida a la conductora del coche accidentado en la madrugada del sábado en Alzira cuando el vehículo estaba ya en llamas, aunque su relato no desprende alegría ni satisfacción. Si acaso, una buena dosis de desasiego o desconsuelo por no haber podido hacer más por el otro ocupante del vehículo. «No me resulta agradable que me feliciten, no hay motivo cuando ha muerto una persona. Tienes la sensación de haber hecho el trabajo a medias aunque humanamente era imposible hacer más», relata. 

Se trata del agente de la Policía Local de Alzira que primero llegó al vehículo accidentado en la carretera de Albalat (CV-505) al salirse de la vía. Acababa de concluir el turno de noche cuando, de regreso a casa, observó a lo lejos un pequeño resplandor. Primero pensó que podía ser una quema de rastrojos. Al estar más cerca, vio que el fuego salía de un coche accidentado y se acercó con la voluntad de señalizarlo para evitar que provocara otros percances con la creencia de que el vehículo estaba vacío, pero entre los airbags y el humo negro que ya llenaba el habitáculo detectó un brazo por encima del volante. «Ya se veían llamas, no muy altas, pero había fuego en el salpicadero», detalla, mientras relata a Levante-EMV que regreso a su vehículo en busca de una herramienta de rescate y para pedir refuerzos.

Estado en que quedó el vehículo accidentado tras el incendio.

Estado en que quedó el vehículo accidentado tras el incendio. / Pascual Fandos

Fueron unos momentos de máxima tensión con la adrenalina por las nubes. Esteban rompió la ventanilla del BMW Serie 1, cortó el cinturón de seguridad de la conductora, que se encontraba inconsciente, y trató de sacarla pero estaba atrapada por las piernas. Forcejeó con una puerta deformada hasta que consiguió abrir «40 o 50 centímetros» y se introdujo en el coche para liberlarla. Iba con ropa de verano, sin ninguna protección, y el fuego ya se dejaba sentir en el vehículo. «Se producían explosiones, pero pude sacarla, y en ese momento vino a ayudarme una persona que circulaba por allí», explica, agradecido a la colaboración que ofrecieron ciudadanos anónimos. Con la conductora ya a salvo, se dio cuenta de que en el coche había otro ocupante.

Dos agentes de Algemesí, también libres de servicio

Dos agentes de la Policía Local de Algemesí que también habían acabado el servicio y circulaban en dirección contraria se detuvieron para ayudar en el rescate.,Mientras Elena Perea se hizo cargo de la conductora, que recuperó la conciencia minutos después, Vicent March sumó fuerzas para intentar sacar del vehículo por la ventanilla a un varón que se encontraba atrapado. «Forcejeamos de mil maneras pero estaba totalmente aprisionado. Tuvimos que abortar el rescate poque el fuego llegó al cuerpo de la víctima y veías que te llevabas la piel cuando tirabas de él. Ver que se quema una persona y no puedes hacer nada genera mucha impotencia y frustración», describe Javier Esteban.

Impotencia es el término que también emplea March. «Hicimos lo humanamente posible para intentar sacarlo, sin pensar en el peligro que corríamos, tenía ya medio cuerpo fuera, pero al final nos tuvimos que apartar con la sensación de que nos quemábamos. El sentimiento de impotencia es grandísimo al intentar salvar a una persona y ver que no puedes porque está atrapado. La sensación de impotencia por ver que se está quemando y no puedes hacer nada se nos va a quedar para siempre, incide.