Alberic borra las huellas de hormigón que dejó la crisis del ladrillo

La decisión del Ayuntamiento de Alberic de retomar las obras de la Casa de la Música, un proyecto de la época del «boom» del ladrillo que diseñó un edificio que aspiraba a convertirse en un emblema para la localidad y cuya construcción quedó paralizada con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, borrará la última huella de hormigón que dejó aquella crisis en el municipio de la Ribera donde, posiblemente, más esqueletos quedaron inacabados. 

Aún pasará algún tiempo hasta que se retomen las obras. El gobierno local ha convocado a la Unión Musical de Alberic para, en base a las necesidades, realizar la distribución de un inmueble con 2.500 m₂ de superficie útil. La actualización del proyecto también permitirá conocer la inversión que se requiere. En su día se estimó en 3,3 millones de euros y el ayuntamiento gastó en las dos primeras fases ejecutadas algo más de un millón. El estudio económico también puede condicionar el calendario de obras. El primer pasó se ha dado. El precedente de los dos otros esqueletos que dejó la crisis evidencia que el proceso puede resultar largo.

La crisis económica que sucedió al «boom» urbanístico que se vivía en los años 2005 y 2006 dejó en Alberic dos proyectos de iniciativa pública inacabados y uno de iniciativa privada. La ubicación de este último junto a la A 7 y sus monumentales dimensiones convirtieron la estructura iniciada por la cadena de supermercados Vidal Europa en 2008 como base de una expansión sin límite aparente en uno de los iconos del “crack” inmobiliario. Las obras se paralizaron en el año 2009 al quedarse sin financiación cuando ya se habían gastado 45 millones. En su día, el presupuesto se había estimado en 70.

Aquel silo de 30 metros de altura destinado al almacenamiento y una nave con una sucesión de muelles de carga que parece infinita fue la base para que la empresa Soler Hispania convirtiera aquella mole en el centro logístico automatizado más grande de Europa para ofrecer servicio a terceros. La adquisición se formalizó tras un paréntesis de cinco o seis años. Soler Hispania adquirió el dilo y parte de la nave de 160.000 m², mientras Top Recambios se quedaba con el resto, pendiente de reformar. La empresa de l’Olleria presentaba en 2019 el proyecto y asumía la urbanización del polígono tras cerrar el silo en una actuación inicial. La empresa ya trabaja desde Alberic aunque las obra del polígono no han concluido.

El proyecto de casal para los jóvenes se ha reconvertido en un centro de día pendiente de abrirse al público

El segundo armazón que quedó inacabado con la crisis y al que, con el tiempo, el ayuntamiento ha encontrado solución, es el inicialmente concebido como Centre Jove.

El ayuntamiento incluyó su construcción en el denominado Plan Confianza o Plan Camps que impulsó la Generalitat bajo el mandato de Francisco Camps, con un presupuesto de 900.000 euros, si bien la empresa adjudicataria acabó por paralizar las obras a finales de 2011 por los impagos del propio Consell. El ayuntamiento acabó por resolver el contrato y la nueva corporación, tras unos años de parálisis, optó por reorientar el proyecto a finales de 2015 y aprovechar la estructura para la construcción de un centro de día para personas mayores. La Conselleria de Bienestar Social valoró como viable la propuesta y se iniciaron los trámites de cambio de uso y, con posterioridad, para poder acabar el edificio. Las obras se licitaron en la anterior legislatura y están ya acabadas. La segunda huella de hormigón borrada.

La Casa de la Música debe ser la siguiente y última tras una espera de 13 años.