Alzira combate con multas el incivismo
El concejal de Servicios, Enrique Montalvá, ha impuesto en pocas semanas una sanción de 1.500 euros y otra de 3.000
Las cámaras ayudarán a identificar a los infractores
Son más efectivas las sanciones que las campañas informativas
Enrique Montalvá, concejal de Servicios de Alzira / Agustí Perales Iborra
A. C.
El concejal de Agricultura y Servicios de Alzira, Enrique Montalvá, quiere poner coto a las conductas incívicas que tan elevado coste ocasionan tanto a las arcas municipales como al medio ambiente. Hace apenas unas semanas impuso una sanción de 1.500 euros al responsable de un vertido ilegal depositado junto al Camí Valletes de Gallo y también ha cobrado ya otros 3.000 euros al propietario de la finca inacabada de la calle Joanot Martorell cuyo sótano se ha convertido en un molesto criadero de mosquitos tigre al formarse una charca en el sótano. Esa política coercitiva se va a mantener al demostrarse que es mucho más efectiva que las abundantes campañas de concienciación puestas en marcha durante décadas.
La instalación de cámaras permitirá identificar a partir de ahora con más facilidad a los infractores. A la persona que arrojó basura junto al Pont de l’Estret pese a los carteles que alertaban de que las multas por tirar desperdicios en ese lugar podrían alcanzar los 1.500 euros se le pudo imputar la máxima sanción contemplada en la Ordenanza Municipal de Limpieza Urbana gracias a las grabaciones y a la alerta lanzada por un vecino. «Esas acciones punitivas van a aumentar», advirtió ayer el concejal, que está decidido a perseguir a aquellos que abandonen sin miramiento restos de obras, uralita, trastos, muebles u otro tipo de residuos voluminosos en cualquier punto del término.
Operarios de la limpieza urbana de Alzira / Vicent M. Pastor
"No hay excusas"
Del mismo modo, se actuará contra aquellos que depositen la basura urbana en lugares inadecuados. «Vamos a hacer un esfuerzo considerable para instalar islas de contenedores que facilitarán la recogida selectiva de residuos y cabe recordar que hay servicios gratuitos para recoger cartón o trastos, por lo que no hay excusas para tirar objetos o bolsas fuera de los basureros», defiende Montalvá. Las sanciones por incumplimientos abarcan en estos casos una horquilla que se mueve entre los 150 euros la más leve y 3.000 para las más graves. «Tenemos seiscientas papeleras instaladas en la ciudad y, por tanto, no hay pretextos que justifiquen arrojar nada al suelo», apostilla Montalvá.
Hay que mentalizarse de una vez de que pagamos impuestos para contratar a operarios que limpien, no para tener criados
Muchos ciudadanos viven ajenos a las más básicas reglas de urbanidad. Las conductas irresponsables y el gamberrismo han convertido muchos espacios públicos en auténticas cloacas. Los ayuntamientos, en colaboración con las empresas adjudicatarias de la limpieza urbana, lanzan abundantes campañas para reclamar la colaboración del vecindario, aunque demasiadas veces se incumplen las recomendaciones.
Montalvá y buena parte del gobierno alzireño han concluido que no cabe más alternativa que subir el listón de exigencia que se reclama a los contribuyentes para que se impliquen en la tarea de mantener la ciudad limpia. Y han llegado a la misma conclusión: ha llegado la hora en que resulta inevitable recurrir a las sanciones. «Hay que mentalizarse de una vez de que pagamos impuestos para contratar a operarios que limpien, no para tener criados», proclamó ayer el regidor.
También la limpieza rural
En paralelo, el concejal ha asumido la petición del Consell Local Agrari para forzar a los propietarios de campos abandonados a mantener sus parcelas en unas condiciones mínimas de limpieza y salubridad que eviten la proliferación de plagas que, al extenderse, también acaban perjudicando a urbanizaciones y zonas urbanas. La inversión realizada en la limpieza de caminos rurales ha resultado muy efectiva. Y este año se actuará con mayor contundencia en los barrancos.
Limpieza de contenedores de basura en Alzira. / Agustí Perales Iborra
«No podemos colocar a un policía detrás de cada contenedor para comprobar quién incumple las normas y hemos comprobado que a lo único que hacen caso muchos ciudadanos es a la sanción. Es lamentable, pero no nos dejan otra alternativa», lamentó ayer Enrique Montalvá.
