Hace un año, Cáritas Interparroquial de Gandia firmaba un convenio con la Fundación Gozalbo Marqués por la que esta entidad cedía a la primera un inmueble en la calle Gutiérrez Mas de la capital de la Safor para ofrecer allí parte de las atenciones a personas sin hogar. Han sido doce meses muy intensos, en los que la pandemia obligó a remodelar todos los planes y convirtió la casa en un refugio para los que no podían guarda confinamiento.

Allí, Cáritas instaló a 12 personas durante las semanas más duras de confinamiento. Una vez se instauró la nueva normalidad, se dividió el servicio que ya se prestaba en el CAI.

A partir del 1 de junio el centro de mínimos que incluye un Centro de Día se trasladó a la Casa Hogar María Teresa, donde empezaron a ofrecerse algunos de los servicios básicos.

Desde marzo hasta diciembre de 2020, el Centro Hogar María Teresa Marqués atendió a un total de 350 personas que hicieron uso del centro de día. En este tiempo se han entregado, debido a la pandemia, 9151 lotes de alimentación (que incluyen desayuno, comida y cena). Además, se han ofrecido 203 servicios de ropero, 738 duchas, 507 de lavandería y 42 peluquería.

El director de Cáritas, Francisco Carrió, agradeció la cesión a la fundación y señaló que «las personas sin hogar están sufriendo de una manera acusada el impacto de la covid-19, y todos los datos apuntan a que se puede producir un claro incremento de la exclusión residencial». Esther Lázaro, directora de proyectos en la Fundación Gozalbo-Marqués, dio la enhorabuena a Cáritas Gandia por el trabajo realizado.

La concejala de Servicios Sociales, Carmen Fuster, destacó que la cesión del edificio «fue un regalo» que permitió hacer frente a una situación sobrevenida.