Joaquín Bernabeu Valls | Gerente de CTL Sanidad Ambiental - Premio a la trayectoria empresarial de la UPV.

«La formación es imprescindible, de lo que hace 3 años estaba en vigor ahora vale un 30%»

«Antes, las empresas hacían una planificación a tres y cinco años y ahora ya no puedes manejar esos plazos, los debes hacer a uno o dos»

Joaquín Bernabeu, tras recoger el premio entregado por el Campus en la gala de FAES. | PERALES IBORRA

Joaquín Bernabeu, tras recoger el premio entregado por el Campus en la gala de FAES. | PERALES IBORRA / Toni Álvarez Casanova. Gandia

Toni Álvarez Casanova. Gandia

CTL Sanidad Ambiental ha destacado desde sus inicios por estar al día y adaptarse a cada uno de los momentos y coyunturas. ¿Está la empresa preparada para la economía del futuro?

En estos momentos es fundamental en las empresas, por una parte, hacer bien los procesos internos y, por otra, mirar al exterior, evaluar cuáles son las necesidades y las recomendaciones vigentes. Es lo que yo llamo «vigilancia tecnológica», es decir, observar qué hay en el mercado en cada momento. No solo consiste en decir «yo hago bien las cosas», sino «yo hago bien las cosas y me entero de las que existen», porque, si no miras fuera, puedes estar haciéndolo bien pero te quedas desfasado. Hay que mirar las nuevas tecnologías, las nuevas enfermedades que existen, las nuevas plagas que aparecen, etc.

¿Y cuáles son esos retos de futuro para las empresas?

Estamos ante un cambio de los mercados mucho más rápido de lo que nos esperábamos. Antes, las empresas se modificaban a largo plazo. Por ejemplo, se hacía una planificación estratégica a tres y cinco años y hoy esos plazos no son válidos porque cambia tanto el mercado que lo debes hacer a uno o dos para introducir los nuevos retos que se plantean cada día.

¿Qué debe hacer un negocio para aguantar lo que viene?

Mi idea es que las empresas se deben fundamentar en tres aspectos importantísimos: el primero es tener una buena idea de negocio, algo que realmente el mercado demande, porque si tienes una idea mala no va a funcionar. Después es primordial tener constancia para ir construyendo esa buena idea. No vale hacer las cosas bien durante tres meses y luego, al cuarto, como estás cansado, empezar a hacerlas mal, porque estás provocando que una buena idea no se consolide. El tercero es la resiliencia. No hay que aspirar a que un negocio te devuelva el dinero enseguida, debes tener la paciencia suficiente como para que te dé resultados, porque si esperas resultado a corto plazo y por las circunstancias no te lo da, te lo dejas, y muchos negocios que parten de una buena idea y que han contado con constancia no han tenido la resiliencia para aguantar.

En la Safor hay dos sectores que son muy importantes para la economía. Uno es el turismo, que sí que parece que ha dado ese salto para estar al día, y el otro es el comercio, que ha llegado un poco tarde. ¿Qué debería hacer el sector comercial para dar ese salto?

Gandia ha sido tradicionalmente un centro comercial para toda la comarca de la Safor y eso suponía el 50% de las ventas. Ese porcentaje se ha perdido. Aquí ya no vienen ni de Oliva, ni Xàtiva, ni Alzira ni Tavernes a comprar porque la tienda que está aquí, casi está también en esos municipios y, si no, está seguro en internet. Las tiendas tienen ahora un reto muy grande: en primer lugar creo que deben ser comercios de primera utilización, que ofrezcan cosas urgentes. Las otras tiendas tendrán muchas dificultades y las pueden paliar dando el salto a internet y vendiendo a través de la red para compensar la pérdida de ventas físicas.

Hablemos de CTL. Hay quien pueda pensar que en cuestión de sanidad ambiental hay poco que avanzar, que las plagas son las que son, pero, nada más lejos de la realidad, siempre van saliendo nuevos problemas a los que hacer frente.

La globalización hace que esto no pare nunca. Está el mejillón cebra, que se encuentra en todas las depuradoras y las está atascando, el simúlido, la leishmaniosis, la gripe aviar, etc. Hay un montón de plagas y virus que están en el campo de la sanidad ambiental, tanto la veterinaria como la humana. Por ejemplo, el tema de la cotorra argentina. En Madrid llevamos dos o tres ayuntamientos que tienen problemas con este ave porque es una especie invasora, hace unos nidos muy grandes que si le cae a alguien encima puede ser peligroso, además del molesto sonido que emiten. En València hay muchas, en Barcelona también. Las gaviotas, como comen y no tienen depredadores y cada vez hay más comida por todas partes, van reproduciéndose y suponen un problema. En sanidad ambiental hay un recorrido muy largo.

En este caso solo la tecnología no es suficiente. La formación debe ser clave, ¿no?

Para nosotros, es imprescindible y, dentro de ella, la actualización de la formación porque lo que hace tres años estaba en vigor, ahora sirve solo al 30%. El 1 de enero sale una nueva normativa del control de la legionella, por ejemplo. O tú te actualizas y vas a los cursos formativos o no funciona. Recientemente, el director técnico de CTL estuvo en Gran Canaria en un congreso de termitas, después se va a Bilbao. Hay que formar a la gente, que sea autónoma. Nosotros hablamos siempre de productividad y esta va muy ligada a la formación. Si tu estás formado puedes asumir trabajos con mayor valor añadido y, a su vez, tener una remuneración mayor. Hay que enseñar al trabajador, invertir en formación y que esta sea, además, en las horas laborables.

Usted siempre ha sido un defensor del asociacionismo empresarial. ¿Qué beneficios tiene esa unión?

Son el mejor altavoz para las necesidades del sector. Si un empresario tiene ciertas carencias a nivel de infraestructuras o de cualquier otro aspecto y lo reivindica él solo tiene menos voz ante las administraciones que si dispone de una caja de resonancia como es la del asociacionismo. Cuando fundé la Asociación de Empresrios de Daimús, el eslogan era «comprémonos entre nosotros que eso ya será un valor añadido». Por ejemplo, a la gasolinera, todos los asociados respostábamos en la que estaba asociada, con los mecánicos igual. Poco a poco logramos que todos nos compráramos entre nosotros y eso revitalizó las empresas. En todas las demandas al ayuntamiento de Daimús, el alcalde nos atendió maravillosamente porque sabía que era una asociación con una treintena de empresas que daba relevancia a la ciudad porque el objetivo de la organización es reclamar aquellos aspectos que mejoren la competitividad empresarial.