Ximo Puig y Enric Morera: Dos moderados enamorados

Los expresidentes del Consell y de les Corts protagonizan un diálogo en el que apuestan por un cambio político que supere al PP-Vox y evitan los puntos de fricción

Los dos consideran que el «pacto de la servilleta» del PP y Vox en la Comunitat Valenciana evitó un Gobierno de Feijóo y Abascal

Ximo Puig y Enric Morera, anoche entre José Manuel Prieto, durante la charla.

Ximo Puig y Enric Morera, anoche entre José Manuel Prieto, durante la charla. / Natxo Francés

Sergi Sapena

Ximo Puig y Enric Morera son dos personas moderadas. Lo dijo el primero en el diálogo que mantuvo con el segundo en la presentación del libro Una idea de esperanza, la noche de este miércoles en Gandia. Pero también son dos enamorados, políticamente hablando, o al menos así lo quisieron escenificar durante ese encuentro, organizado por el Institut d’Idees Tere Reig, que duró más de una hora y que llenó el Salón de Coronas del Palau Ducal.

Porque esas dos personas, que llevan el título de «molt honorable» y «molt excel·lent» y que ahora comparten escaño en el Senado, evitaron en todo momento entrar al trapo en cuestiones que separan a los partidos a los que pertenecen, Puig al PSPV y Morera a Compromís, para centrarse en lo coincidente. Ahí estuvo la reivindicación de la gestión de ocho años al frente de las instituciones autonómicas en que han desempeñado, respectivamente, la presidencia de la Generalitat y la de les Corts gracias a aquel experimento, todavía vigente en algunas administraciones, que se bautizó con el nombre del «Pacte del Botànic».

Desde esa moderación reivindicada por Puig, el amable coloquio se centró en un repaso al pasado, resumido «en la mejor época del autogobierno valenciano» que se tradujo, entre otros logros, en ocho años de aprobación de los presupuestos de la Generalitat «en tiempo y forma» para conseguir que la Comunitat Valencianana «recuperara la reputación en España y en Europa». «Demostramos que eran posibles los gobiernos compartidos», dijo Puig, mientras Morera replicaba que en este periodo «los valencianos recuperamos la autoestima».

El segundo hilo conductor de la charla, moderada por el alcalde de Gandia, José Manuel Prieto, fue la gestión de los primeros meses del Consell del PP y Vox fruto del vuelco electoral que se dio el pasado mes de mayo. Ahí se citó la «censura cultural», el negacionismo del cambio climático desde las instituciones, el resurgimiento de un conflicto lingüístico sobre el valenciano que, en opinión de ambos, había quedado superado, en rehuir el diálogo con los agentes sociales o en pronosticar recortes en inversión social después de que el «pacto de la servilleta» entre el PP y Vox haya bajado los impuestos «a los más ricos».

La presentación del libro de Puig llenó el Salón de Coronas del Palau Ducal

La presentación del libro de Puig llenó el Salón de Coronas del Palau Ducal / Natxo Francés

Metidos en esas críticas al actual Consell de Carlos Mazón, Puig y Morera también coinciden en señalar que ese pacto entre Vox y el PP «derivó en que mucha gente se movilizara» de cara a las elecciones generales del pasado julio, lo que, según remarcó Morera, «permitió evitar la conformación de un gobierno de España entre Feijóo y Abascal».

El necesario rearme ideológico

Y el tercer argumento, recordando al título del libro que Puig presentaba, fue el futuro. Ahí uno y otro, animados desde el público por numerosos alcaldes socialistas y de Compromís y de un amplio espectro «botánico» llegado desde todos los municipios de la Safor, reivindicaron el «renacimiento» que, obviamente, tiene que pasar por las urnas.

«No quisiera que los gobiernos del Botànic se conviertan, como escribió Francisco Brines, en un paréntesis entre dos nadas», dijo Ximo Puig mirando al paisano del poeta y exalcalde de Oliva, David González, sentado en primera fila. «Este libro es un relato de valores sobre un legado que invita al renacimiento», apostilló Morera. Y ambos llamaron al «rearme ideológico» para enfrentarlo «a la derecha y a la extrema derecha» y, «desde el respeto a todos», plantear «una nueva propuesta política» que encandile a los valencianos.

Ahí Puig hizo una reflexión de calado. El expresident contó el caso de una mujer argentina que lamentaba que no podría desplazarse si aquel gobierno retiraba las ayudas al transporte público. Al ser preguntada por su voto, respondió que apostaba por Javier Milei, justo el candidato ultraliberal y de extrema derecha que ha prometido, con la icónica imagen de una sierra mecánica en la mano, recortar todos los subsidios del estado. «Alguna respuesta tendremos todos, pero el rearme ideológico es fundamental», sentenció Puig.

El otro argumento que flotó en el encuentro fue el futuro gobierno de España, y ahí, nadando y guardando la ropa para no decir más de lo que deben, los dos apostaron por cerrar el pacto que haga posible la investidura de Pedro Sánchez. «Si hay gobierno, los políticos habrán hecho caso a lo que han dicho los ciudadanos en las urnas», apuntó Puig, quien, en su línea expresada reiteradamente, reivindicó «las Españas, que son la España real» por encima de quienes defienden «un nacionalismo español que dibuja un país que no existe».

«Vivimos un proceso de involución de derechos y libertades y todos debemos conjurarnos para generar un cambio más pronto que tarde», concluyó Morera, argumento que replicó Puig con un lacónico «Amén».

Al término del acto el expresident del Consell estuvo largo rato firmando libros y departiendo con los asistentes.