De morir de camino a clase a acabar la secundaria

Una ONG de Tavernes de la Valldigna logra con su ayuda que el 80% de alumnado de una zona muy pobre de Zimbawe finalice sus estudios, cuando antes lo hacía el 25%. 

La entidad colabora en equipar la escuela incluso con ordenadores para que adquieren nociones de informática

Serafín Suárez, durante su intervención en la asamblea de la ONG

Serafín Suárez, durante su intervención en la asamblea de la ONG / T.Á.C.

La ONG Solidaritat amb el Tercer Món de Tavernes de la Valldigna lleva más de 25 años trabajando en la ayuda a comunidades pobres de África. Lo hace, en concreto, en la zona de Hwange, en Zimbawe, y canaliza el trabajo realizado aquí a través de misioneros que desarrollan su labor en la zona. En los últimos años ha sido Serafín Suárez, sacerdote natural de Badajoz, miembro del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME), quien ha liderado los proyectos que han permitido materializar esas ayudas económicas llegadas desde Tavernes en recursos destinados a mejorar la vida de los habitantes de la zona.

Una de las aulas equipadas por la entidad vallera

Una de las aulas equipadas por la entidad vallera / Levante-EMV

El pasado sábado, Suárez estuvo presente en la asamblea anual de la entidad, donde explicó a socios y colaboradores a qué se destinan sus aportaciones.

El trabajo se centra concretamente en la educación. En este tiempo, la ONG vallera ha colaborado en la construcción y equipamiento de las escuelas de S. jorge en Hwange y de Santa Josefina en Victoria Falls, cerca de las cataratas Victoria, que, a día de hoy, ya cuentan con los tres ciclos educativos, infantil, primaria y secundaria.

Según explicó Suárez, esta cuestión resulta muy importante. Una vez acabado el ciclo de primaria, los niños y las niñas se veían obligados a desplazarse «a veces hasta 25 o 30 kilómetros». «Allí el único medio de transporte que existe son los pies, se tienen que levantar a las 5.30 de la mañana porque las clases empiezan a las 7.30 horas, y tienen que atravesar un espacio donde hay muchos peligros», indica. «Esa zona está dentro de un parque nacional y hay algunos animales muy peligrosos.En ese trayecto han llegado a morir por el camino», señalaba el misionero.

Ante ese panorama, «el porcentaje de alumnos y alumnas que pasaban a la secundaria es apenas de un 25% o un 30%», indicaba Suárez. Además, eran sobre todo niñas, ya que «se ven obligadas a abandonar por embarazos, violaciones, abusos, etc», indicaba el religioso. 

Gracias a la ayuda recibida por la ONG vallera se ha logrado equipar un nuevo módulo de secundaria que ha cambiado el panorama. «El porcentaje de pase desde que abrió y de chavales que acaban la secundaria es del 75% o el 80%», lo que demuestra la clara mejoría que supone contar con ese recurso para los y las jóvenes. Además, se han incorporado también ordenadores para que adquieran nociones de informática, lo que les ofrece mejores posibilidades de futuro.

Llegada de mesas para instalarlas en las aulas levantadas en una de las escuelas

Llegada de mesas para instalarlas en las aulas levantadas en una de las escuelas / Levante-EMV

El misionero, ante miembros del Gobierno local como el vicealcalde, Josep Llàcer, o la concejala de Servicios Sociales, Amparo Bo, agradeció la ayuda que recibe de la sociedad vallera para desarrollar esos proyectos educativos.

Compra de libros y mobiliario

Suárez explicó que cuando propone un proyecto de estas características a Manos Unidas, entidad con la que colabora, «preguntan quién va a financiar el mobiliario, los libros, el equipamiento, para que no se quede el edificio vacío», indicaba. «Es ahí cuando entramos nosotros. Garantizamos que esa escuela vaya adelante», señalaba.

El misionero también explicó que las entidades de ayuda «nos piden que no seamos paternalistas, sino que nos piden que sea un proyecto de desarrollo para la gente», señalaba. Eso significa crear un proyecto de desarrollo personal de la sociedad, no solo ofrecerles comida y cuidados.

Sin embargo, reconoce que hay ocasiones en las que «si ves que se mueren niños y ancianos de hambre no te queda otra solución que ser asistencialista».