«Lo primero que haremos es retomar las relaciones humanas entre las fallas»

Francisco Martínez es el nuevo presidente de las Fallas de Gandia tras ganar por 14 votos a 9 al otro candidato, Juan Martí

Cree que la clave ha sido «la humanidad y proximidad»

Francisco Martínez, ayer, ante la redacción de Levante-EMV en Gandia. | T.Á.C

Francisco Martínez, ayer, ante la redacción de Levante-EMV en Gandia. | T.Á.C / Toni Álvarez Casanova. GAndia

Han sido semanas de mucho trabajo: reuniones de equipo, preparación de propuestas, visitas a los casales, debates, entrevistas, presentaciones. Pero todo eso ya es historia desde que la noche del domingo se daba a conocer el nombre de quien dirigirá las Fallas de Gandia durante los próximos cuatro años.

Francisco Martínez se impuso con 14 votos por los 9 que cosechó el otro candidato, Juan Martí. El resultado se dio a conocer cerca de las 21 horas cuando la secretaria de la mesa del Congrés Faller lo anunciaba en el hall del Museu Faller tras una larga jornada de votación que arrancó a las 9 de la mañana.

La mañana de ayer fue la de tratar de asimilar todo, situarse en su nueva realidad y también atender a medios de comunicación. Reconoce que «últimamente no estoy durmiendo muy bien» y que está más nervioso ahora que ya sabe que ha logrado su objetivo que durante la campaña o el mismo día de las votaciones. «Se me ha puesto aquí en el pecho como un nudo», detalla en conversación con Levante-EMV. Ciertamente, gestionar el colectivo más numeroso de la ciudad es poca broma.

No puede ocultar su satisfacción y habla siempre en plural porque el suyo, como deja claro en varias ocasiones, es un proyecto coral. «No puedo estar más orgulloso del equipo que he formado», dice. «Ha sido un trabajo muy laborioso desde el inicio, un trabajo en el que hemos creído todos, de equipo, donde han surgido muchas ideas». Pero, sobre, todo, apunta, «ha sido un trabajo de grupo, que es lo que ha hecho que fuera consistente». Asegura que si bien estaba confiado en la victoria, no esperaba que fuera tan contundente.

En estas primeras horas corresponde, cuenta, «repartir labores y empezar a trabajar por el mundo de las fallas». Tiene muy claro el camino a seguir y también qué carácter quiere imprimir a su proyecto: coser las fallas para que exista unidad. «Una de nuestras primeras intenciones es la de poner el freno de mano, retomar las relaciones humanas y recuperar el sentimiento por las fallas», dice.

Busca, en definitiva, acabar con las rencillas que puedan existir entre las comisiones, acortar la distancia que se ha creado en los últimos años y que tienen su origen, sobre todo, en los diferenciados objetivos de las fallas dentro de su propio ámbito.

Con Moviment Faller, Martínez ha basado su campaña en la discreción, tratando de no ensombrecer el trabajo de la ejecutiva de la Federació de Falles durante las pasadas fiestas y, sobre todo, de las Falleras Mayores. Por eso cree que la clave de su victoria ha sido «la humanidad, la proximidad, el hablar de nuestra forma de entender las fallas y demostrar que lo hacemos como la mayoría de las personas del colectivo», explica.

Asegura que «quiero ser un presidente de todas las fallas, como no pueden de otra forma. Es mi carácter, soy una persona que busca el consenso, que no he tenido nunca ningún problema ni discordia con ninguna falla», apuntaba.

Entre las muchas personas que le felicitaron tras conocer su victoria se encuentra el alcalde, José Manuel Prieto, con quien dice que «ya he concretado una reunión», al igual que con el edil de Fallas, Adrián Vila.

Además del trabajo que tiene por delante para acabar de configurar los detalles del nuevo equipo al frente de la Federació de Falles, Martínez afronta los últimos actos falleros antes del parón del verano como la procesión de la Verge dels Desemparats y, sobre todo, la elección de las que serán sus primeras Falleras Mayores. Pero también debe preocuparse de la gestión. «Nosotros tenemos las cuentas claras, la mejor auditoría es que el ayuntamiento corrobore que todo está bien». Respecto al Museu Faller dice que cuenta con propuestas que ayudarán a que sea sostenible. «Yo estuve en la comisión de obra, lo siento como un hijo mío y tenemos muy claro cómo gestionarlo y sacarlo adelante».