Un móvil económico parece estar detrás del crimen que ha conmocionado a los vecinos de l'Alcúdia de Crespins, un municipio de la Costera de solo 5.000 habitantes que el jueves descubrieron con asombro y estupor como una joven de 19 años, Teri, y su novio, de 18, habían sido arrestados por la muerte de la madre de ella, a la que presuntamente degollaron y cuyo cadáver tuvieron escondido durante cuatro largos meses sin que nadie se percatara de la ausencia de Anna, de 46 años y nacionalidad búlgara. La pareja de jóvenes detenidos, quienes permanecen incomunicados en los cuarteles de Xàtiva y Canals a la espera de ser puestos a disposición judicial, habrían acabado con la vida de la madre de la chica para presuntamente robarle.
El grupo de Homicidios de la Guardia Civil trata de establecer ahora el grado de participación de ambos en el crimen, que se remonta al pasado mes de abril. De lo que sí han hallado indicios evidentes es de que la pareja de novios trató de deshacerse del cuerpo de Anna y eliminar así pruebas contra ellos. Al encontrarse en pleno confinamiento, los presuntos autores de su muerte no pudieron sacar el cadáver de la casa y optaron por ocultarlo en la bañera durante meses.
Asimismo, rociaron el cuerpo sin vida de su víctima con ácido clorhídrico, principal compuesto del salfumán, y otros productos de limpieza pensando que así podrían disolver el cadáver y mitigar los malos olores que desprendía producto de la proceso de descomposición.
Aunque el mal olor que salía del inmueble llamó la atención de los vecinos, la ahora detenida les hizo creer que su madre estaba de viaje. Una vecina relata como un día antes de ser detenida, la hija de la fallecida fue vista limpiando la escalera como si tal cosa. El presidente de la comunidad de vecinos le pagó veinte euros y ésta le dijo que el sábado su madre iría a pagarle la mensualidad.
Finalmente el crimen, ocurrido en un piso de la calle Miguel Hernández de l'Alcúdia de Crespins, se destapó el jueves después de que la propia hija de la fallecida le confesara un día antes a una amiga lo ocurrido. Esta testigo, que ya ha sido interrogada por la Guardia Civil, le contó a su vez a su novio los graves hechos relatados por Teri y juntos acudieron el miércoles por la tarde al cuartel de la Guardia Civil de Canals, para alertar del supuesto homicidio.
Esa misma noche agentes de la Guardia Civil acudieron al inmueble de la calle Miguel Hernández y vieron salir al joven, quien fue detenido. No obstante, no pudieron acceder al interior de la casa porque la hija se negó a facilitarles el acceso sin una orden de registro. Fue a la mañana siguiente cuando, ya con la comisión judicial presente, se descubrió el cadáver de la mujer de 46 años en avanzado estado de descomposición y con un corte en el cuello.
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Los detenidos en l'Alcúdia de Crespins degollaron a la madre de ella para robarle
