Todos a prisión. Ese es el resumen de la situación en la que quedan los ocho detenidos por integrar una organización dedicada al narcotráfico a gran escala, con su presunto cabecilla, el ex culturista de Quart de Poblet y dueño de un conocido gimnasio de ese municipio Onofre G. R. a la cabeza, y a la que se vincula, de momento, con un cargamento de 1.617 kilos de cocaína llegados al Puerto de València a finales de agosto de 2020.

La desarticulación de la banda, de la que informó en exclusiva Levante-EMV este miércoles pasado, es fruto del análisis de los mensajes que los ahora investigados se cruzaron presuntamente a través de un sistema de mensajería encriptada, Sky ECC, en los meses anteriores a que las policías francesa y belga reventaran ese cifrado dejando al aire todas las conversaciones y archivos intercambiados.

Entre esos documentos figuran al menos dos fotografías que incriminarían directamente a Onofre G. R., quien hasta ahora había eludido la acción de la Justicia (fue absuelto de tráfico de drogas justo seis meses antes de la llegada del contenedor con casi dos toneladas de cocaína que se le imputa ahora). Tal como adelantó ayer este diario, en una de ellas se le ve sentado a una mesa, rodeado de una 'montaña' de fajos de billetes, y en la otra, se aprecian paquetes de cocaína con el embalaje aún de origen, apilados contra una pared de lo que la Guardia Civil afirma que es el garaje de su chalé de Manises.

Piscina y garaje en el chalé de Onofre G. R., en Manises. CNP/GC

Dos estibadores y el dueño de una empresa de camiones

Además del dueño del gimnasio de Quart, los agentes detuvieron entre la tarde del martes y la mañana del miércoles a dos estibadores del puerto de València, al dueño de una empresa de transportes y cuatro más cuyas funciones dentro de la organización aún no han trascendido. Varios de los arrestados han sido relacionados desde hace años con la descarga y rescate en el puerto de València de grandes cargamentos de cocaína introducidos por el método del ‘gancho perdido’. Incluso han sido encartados en investigaciones policiales, pero hasta ahora no se habían reunido pruebas contra ellos que permitiesen apuntalar una acusación.  

Los agentes del grupo de Blanqueo de la Unidad Central Operativa (UCO) y del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Comandancia de València, que están llevando esta investigación, han llegado a esa conclusión tras realizar un concienzudo estudio comparativo entre la fotografía con el cargamento de cocaína y las captadas en el interior de esa vivienda cuando fue registrada en la operación por blanqueo de capitales contra el presunto narco realizada en dos fases, diciembre de 2018 y junio de 2020, tal como adelantó también este periódico en su momento. Tras esas operaciones, el gimnasio -y el resto del complejo estético y nutricionista- del que es propietario Onofre G. R. fue definitivamente precintado un año después, en 2021.

Ninguno ha querido declarar

Los ocho detenidos han llegado fuertemente custodiados a la Ciudad de la Justicia a media tarde, aunque el desfile ante el juez de Instrucción número 1 de València, que lleva la causa desde el inicio y además se encuentra en su turno de guardia, comenzó al filo de las 19.30 horas. Todos los acusados se han acogido a su derecho a no declarar, por lo que el trámite procesal ha sido breve. El fiscal ha solicitado prisión provisional sin fianza para todos ellos, mientras que las defensas han pedido que no se imponga esa medida cautelar, es decir, han solicitado la libertad de sus clientes o que, en su defecto, se fije una fianza. Finalmente, el juez, que mantiene el secreto sobre la causa, ha optado por acordar prisión provisional para los ocho, que esta noche del viernes la pasarán ya en el centro penitenciario de Picassent. La causa está abierta por narcotráfico (de cocaína a gran escala) y por blanqueo de capitales.

Piel de leopardo confiscada en el chalé de Onofre durante el primer registro policial. CNP/GC