Una red de 'sextorsionadores' estafa desde València a 53 'ciberputeros' de toda España

La Policía Nacional requisa medio centenar de móviles a los 22 detenidos que obtuvieron un beneficio neto de 125.000 euros

Un policía nacional revisa los mensajes de un caso de sextorsión.

Un policía nacional revisa los mensajes de un caso de sextorsión. / EFE

Teresa Domínguez

Teresa Domínguez

Agentes de la Policía Nacional han detenido a 22 personas pertenecientes a un grupo criminal asentado en València y su provincia que se dedicaba a extorsionar a usuarios de páginas de contactos por toda España, con al menos 53 personas defraudadas por un importe total de 125.000 euros.

Además, se han practicado dos registros domiciliarios en el 'Cap i casal' y en una pedanía de la misma, donde se han intervenido 17 teléfonos móviles, 86 tarjetas SIM, tres ordenadores, dos memorias USB y 7.300 euros en efectivo.

La Policía Nacional ha informado este martes de que ya hay 53 denuncias interpuestas en diferentes puntos del territorio nacional por este nuevo caso de sextorsión y el importe de lo defraudado superaba los 125.000 euros.

Las investigaciones se iniciaron en junio de 2023, cuando los agentes detectaron que las víctimas accedían a anuncios falsos de contratación de servicios sexuales, los cuales eran colgados por el propio grupo criminal.

Posteriormente recibían mensajes por mensajería instantánea en los que el supuesto jefe de las mujeres en situación de prostitución les recriminaba y exigía una cantidad de dinero como compensación, amenazándoles con causarles problemas de no hacerlo.

Los 'ciberputeros' pagaban por miedo

Las víctimas, por temor a que sus allegados supiesen que habían contactado con mujeres en situación de prostitución o que su vida corriese peligro, accedían al pago de la cantidad exigida.

No obstante, los autores continuaban reclamándoles más dinero, a fin de obtener el máximo beneficio económico.

El modo para cometer el hecho delictivo eran 45 teléfonos obtenidos mediante usurpaciones de identidad, empleando la modalidad de prepago en locutorios de València y Alicante, usando hasta 57 cuentas bancarias para recibir el dinero procedente de las extorsiones.

Según la Policía Nacional, el grupo estaba "perfectamente estructurado", con funciones claramente diferenciadas entre sus miembros.

En el escalón más bajo, se encontraban los "muleros", aquellos que prestaban sus cuentas bancarias para recibir el dinero procedente de las extorsiones o también se encargaban de contratar los números de teléfono desde los que enviaban los mensajes a las víctimas.

En un segundo escalón, se situaban quienes realizan las llamadas o enviaban los mensajes amenazantes. Por otro lado, estaban otras personas encargadas de controlar a los "muleros".

Asimismo, en la cúspide de la organización criminal se encontraban los dirigentes de la misma, que se quedaban con el dinero obtenido.