Dancehall, reggae, dub, hip hop, urban, funk, rumba, tropicalismo o bolero. Esas son algunas etiquetas que han ido apareciendo alrededor de Ultraligero, el último disco de Novedades Carminha. Las letras mantienen la mala baba habitual, ellos siguen siendo ellos, pero pocos hablan ya de su rock’n’roll crudo y cabrón. «Las etiquetas son para los supermercados. Si quieres que nos enmarquemos en una te diré que Ultraligero es el disco más punk que hemos hecho nunca», explica vía «mail» Carlangas, cantante de la banda gallega que encabeza este domingo el cartel de Festival Horta Turia, donde también actuarán Els Jóvens, Lewis Ofman, Parrots y Cariño.

P «Campeones del mundo» (2016) ya tenía por ahí cosas funky, hip-hop y cumbia, pero la perspectiva era más rockera. ¿Ha sido «Ultraligero», en ese sentido, una especie de liberación?

R Para nosotros rockero no tiene ninguna connotación negativa, todo lo contrario, pero tampoco la tiene ser funky o cumbiero. Simplemente somos curiosos y no queremos comer todos los días lo mismo. Hacemos la música que nos pone contentos, no militancia en un género. Estamos felices pero no liberados, porque nunca nos hemos sentido presos.

P ¿En qué parte el público festivalero ha sido culpable de esta evolución vuestra?

R Nuestro disco está muy influenciado por el directo. Nos encanta tocar para gente en festivales y en salas. En directo hemos descubierto cosas y las intentamos trasladar a los discos y viceversa. Es muy diferente estar en el estudio, que te permite ser más reflexivo e investigar más, que un directo, que es más salvaje y directo. Ahora mismo disfrutamos de ambas cosas bastante.

P ¿Qué les decís a los fans que os conocieron con «Te vas con cualquiera» (2009) y que ahora os dicen que os habéis vendido a lo que sea?

R Que coman extracto de alcachofa para limpiar de toxinas su hígado.

P Led Zeppelin hicieron folk, Lou Reed cabaret, Sting probó con el jazz, los Rolling con música disco, Loquillo con el swing, Lagartija con el flamenco, Dee Dee Ramone con el rap… ¿Por qué para algunos sigue siendo un escándalo que los rockeros se cambien de acera de vez en cuando?

R A mí me parece genial que la gente haga lo que quiera. No por cambiar tiene que estar bien, pero agradezco que los artistas me acerquen a otros mundos. Los artistas deberían de ser prescriptores de su público, o por lo menos mis artistas favoritos lo han sido.

P Lo que no se puede decir es que a alguien le haya pillado estos cambios por sorpresa. «Te quiero igual» salió en 2017, y luego, poco a poco, «Verbena», «El vivo al baile», «A Santiago voy» y «Ya no te veo». ¿Era una manera de ir acostumbrando a vuestro público «pureta» o simple estrategia comercial?

R No. Los hábitos de consumo en la música han cambiado. Nosotros como público agradecemos que nuestros artistas favoritos saquen temas cada poco tiempo y no cada dos o tres años. Evidentemente el disco tiene algo especial, es una obra completa que tiene que tener un sentido artístico por sí mismo, pero por suerte sacar singles y hacer discos es absolutamente compatible. Eso hemos hecho.

P Un sentido artístico. Descartamos, pues, que la identidad de Novedades Carminha es hacer (musicalmente) lo que le da la gana.

R Hay una dimensión artística en todo lo que hacemos, tenemos claro el camino que seguimos, y sí es cierto que lo hacemos sin ningún tipo de prejuicio. Solo le hacemos caso a las cosas que nos dan en la patata.

P Hablando de «puretas». En «Te quiero igual» cantáis «Aunque te gusten los Planetas / Como a todos los puretas». ¿Teméis que alguna vez alguien cante (aunque no rime) que te gustan los Carminha como a todos los puretas?

R Tocará y lo recibiremos con deportividad. Cuando seamos puretas, eso sí. Esto de matar al padre no lo hemos inventado nosotros, está claro.

P ¿Hacerse «joven con la edad» (que dice otra de vuestras canciones), regresar a la adolescencia a partir de los 30 años, debe ser motivo orgullo?

R Lo importante es estar a gusto con uno mismo. A nosotros no nos pasa esto, simplemente es un retrato social de gente que nos rodea, pero en ningún caso nos sentimos con la autoridad moral de juzgar a nadie. Deja a la chavalada que camele, que diría El Fary...

P ¿Os obsesionan las cuestiones generacionales? Aquí tenéis «Joven con la edad», un disco anterior se llama «Juventud infinita». Y por cierto, ¿bailáis ahora más que cuando eráis adolescentes?

R. Siempre se nos dio bien bailar. Antes movíamos más la cabeza y ahora más la cintura. Las cuestiones generacionales le preocupan hasta al último ser humano de la tierra, ¿no?

P ¿Son los actuales adolescentes menos prejuiciosos que lo eran los de vuestra generación?

R Muchísimo menos. Es una generación absolutamente abierta y tolerante. Para mí es la mejor época de la historia de la música. Salen cosas de calidad constantemente y cada vez hay menos prejuicios estéticos. Además tenemos toda la historia de la música a golpe de clic, por tanto nos permite ser mucho más conscientes de lo que hicieron otros antes. Y otra cosa, que ahora con un ordenador y un micro de 20 pavos puedes hacer música en tu casa. Hace no muchos años, tener una guitarra eléctrica o un piano era un lujo. Es buen momento para que la gente se ponga a flipar y a expresarse a través de la música, que es de lo que va esto.

P «Solo te importa la unidad de España», cantáis en «Obsesionada». ¿La política es lo único que puede al amor?

R En ningún caso. La política debería de hacer más fácil la vida de la gente y nos lo está poniendo jodido. El amor es mucho más potente que todo eso.

P ¿Hay que reivindicar la «Verbena» (otra de las canciones de «Ultraligero») como parte fundamental de la educación musical de millones de españoles?

R La verbena une en torno a la música y al baile a ricos, pobres, fachas, progres, bajitos, altos... Es muy necesario que haya lubricantes en la sociedad que permitan evitar la situación de tensión y conflicto social que estamos viviendo. Además es una buena demostración que se pueden mezclar estilos sin complejos.