Un 60% de la población española sufre algún tipo de trastorno digestivo. Si los datos son ya elevados de por sí, estos pueden aumentar considerablemente teniendo en cuenta la situación de confinamiento actual. El estrés y la ansiedad provocados por el hecho de no saber qué nos depara el futuro puede repercutir negativamente en nuestro estómago, dando lugar a la aparición de molestias digestivas como hinchazón, ardor o acidez estomacales y estreñimiento.

Durante la cuarentena también hemos reducido en gran medida nuestro nivel de movimiento, un factor que tiene consecuencias sobre nuestro sistema digestivo. El ejercicio físico acelera el metabolismo, lo que permite que las digestiones sean más rápidas e incrementa el tránsito intestinal.

Además, es una de las mejores fórmulas de relajación y la perfecta vía de escape del estrés, con lo que es fundamental buscar momentos diarios que nos permitan movernos y ejercitar nuestro cuerpo.

A esto hay que añadir la repercusión que el confinamiento tiene sobre nuestra dieta. Estar en casa puede convertir nuestra despensa en una verdadera tentación. Y no precisamente por los alimentos saludables que esconde en su interior. Picar entre horas, recurrir a alimentos procesados e incluso a los platos preparados para ahorrar tiempo son costumbres que pueden afectar la salud de nuestro estómago y hacernos menos llevadero el confinamiento.

Aquilea, marca especializada en productos naturales de Uriach, nos da una serie de consejos para cuidar nuestro aparato digestivo durante el estado de alarma.

  • Apuesta por los alimentos saludables. La mejor dieta es aquella que incluye productos frescos, verduras, hortalizas, legumbres y frutas, así como alimentos fermentados que nos proporcionan bacterias que contribuyen a un correcto funcionamiento del intestino.
  • Intenta reducir al máximo los productos que pueden provocar acidez y malestar. La sacarina, el café, los alimentos sin azúcar y las bebidas gaseosas y con alcohol pueden provocar gases, indigestión y acidez, con lo que es conveniente reducir su consumo e incluso eliminarlo.
  • Planifica tus compras. Además de evitar que estés más tiempo del indicado en la calle, tener una lista de la compra hará que priorices los productos saludables dejando de lado los procesados.
  • Hidrátate. Además de evitar el estreñimiento, beber mucha agua durante el día contribuirá a tu rendimiento físico e intelectual y te ayudará a eliminar toxinas.
  • Mantén horarios similares a los de antes. Aunque estemos en casa, es importante mantener, dentro de lo posible, las mismas costumbres horarias que antes del confinamiento. Desayunar, comer y cenar a la hora que lo hacíamos antes nos ayudará a mantener unos hábitos saludables para cuidar nuestro estado nutricional y fortalecer nuestro sistema inmunitario.
  • Tómate un respiro antes de las comidas. El estrés y las prisas hacen que muchas veces comamos nerviosos, lo que afecta negativamente a nuestra digestión. Realiza cinco respiraciones profundas antes de la ingesta de alimentos para tener una comida tranquila y relajada.
  • Evita la sobreinformación. Las noticias negativas y la incertidumbre del momento incrementan la ansiedad y el miedo, emociones "enemigas" de nuestro estómago y, en muchas ocasiones, las principales causantes de los trastornos digestivos.
  • Haz ejercicio. Reserva unos minutos al día a practicar aquella actividad física que más te guste y que puedas hacer tranquilamente en casa. El movimiento acelerará tu metabolismo y te sentirás mucho mejor.