Baldovar, cuando el vino fija el territorio

Proyectos como el de Baldovar 923 han vuelto a poner en el foco vinícola variedades autóctonas como la Merseguera

Los viñedos se cultivan bajo pautas ecológicas y biodinámicas.

Los viñedos se cultivan bajo pautas ecológicas y biodinámicas. / urban

Vicente Morcillo

Hubo un tiempo, hace más de sesenta años, en el que los vinateros se desplazaban hasta la Serranía de Valencia, el Alto Turia, en busca de sus afamados blancos de Merseguera (aunque a esta uva en las tierras más altas de la zona se la conocía por muchos como Verdosilla). Aquellos vinos se producían en pequeñas bodegas cooperativas ubicadas en pedanías, como la de San Roque de Baldovar, en el término municipal de Alpuente, en el corazón de la subzona de la DO Valencia Alto Turia, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO. La falta de relevo generacional, la despoblación, el paso del tiempo y el cambio de hábitos puso fin a la aventura cooperativa de Baldovar hace unas décadas, hasta que en 2016 Juan Alegre encontró en las antiguas instalaciones de la cooperativa de Baldovar el lugar perfecto para poner en marcha el viaje para recuperar el cultivo natural de la uva Merseguera en las tierras altas de Los Serranos.

Alegre y su equipo rehabilitaron las antiguas instalaciones y plantearon un trabajo de reestructuración en el viñedo para adaptar unas cepas que durante décadas se cultivaron para dar la mayor cantidad de uva posible y sobre las que ahora buscan menor cosecha, pero con uvas de mayor concentración. Todo manteniéndose fieles a la filosofía de mínima intervención, implementando sistemas de cultivo bajo pautas ecológicas y acercándose a la filosofía biodinámica.

Gama Baldovar

Gama Baldovar / Urban

Sus primeros vinos vieron la luz con la cosecha de 2017. Tres etiquetas que irrumpieron con fuerza en un mercado ávido de encontrar proyectos sinceros capaces de trasladar a la copa la singularidad del terruño, el clima y la altitud. Cañada París (un blanco de Merseguera cultivada a 1.000 metros de altitud), Berandia (un Bobal de altura que representa una nueva forma de interpretar este varietal) y Cerro Negro (un original tinto de Mencía, uva presente en la zona desde hace décadas que tiene muy buena adaptación a esta zona) fueron las primeras obras de un proyecto que ha ido evolucionando año tras año, siempre tratando de extraer de las uvas autóctonas de la zona toda su expresividad y que ahora cuenta con seis referencias: las ya citadas Cañada París, Berandia y Cerro Negro, y Rascaña, Arquela y Pieza La Moza.

Juan Alegre reconoce que «fue complicado emprender esta aventura. Creíamos mucho en la Merseguera como variedad de uva capaz de dar vinos finos y elegantes, pero sabíamos que asumíamos riesgos con este proyecto. Por fortuna hemos encontrado en la aldea de Baldovar y en esta subzona del Alto Turia un lugar perfecto en el que confluyen parámetros para nosotros fundamentales como la altitud, la tipicidad del terruño y el clima». Alegre advierte que «no nos consideramos como una bodega que hace vinos naturales. Nuestra filosofía se basa en la mínima intervención tanto en el viñedo, con todas las parcelas cultivadas de manera ecológica; como en la bodega, donde se trabaja con levaduras autóctonas y fermentaciones espontáneas». Todos los vinos de Baldovar 923 (el número se corresponde con la cota de altitud del lugar donde se ubica la bodega) tienen una crianza de nueve meses (excepto Berandia, que tiene 18) alternando para el proceso depósitos de acero inoxidable, ánforas y tinajas de barro y barricas de roble.

Barricas

Barricas / Urban

La primera añada se compuso de un total de 10.000 botellas entre las tres referencias que se lanzaron inicialmente y en la actualidad ya están por encima de las 30.000 unidades (con la cosecha de 2023 esperan llegar a 40.000 botellas). Los vinos comenzaron a comercializarse en el mercado local (básicamente en la Comunitat Valenciana), si bien, la positiva crítica de la Master of Wine Sarah Jane Evans a finales del año 2019, que calificó con 94 puntos al blanco Rascaña (elaborado con un 85% de Merseguera y un 15% de Macabeo) en un especial de la revista Decanter sobre la DOValencia, impulso a la bodega a trabajar en la apertura de nuevos mercados en países como Estados Unidos, Inglaterra, Bélgica o Alemania.