Tres décadas de teatro para el pueblo

Sus orígenes se remontan a 1993, cuando se constituyó en la ciudad de València la compañía Círculo del Arte en la Escena y, un año después, se abrió Teatro Círculo como espacio de exhibición. Las producciones propias siempre han sido el pilar fundamental de esta compañía, que, en 2003, pasó a llamarse de la misma manera que la sala ubicada, en un primer momento, en el barrio de Velluters.

El actual gestor y programador del teatro, Miguel Ángel Cantero, recuerda aquellos primeros años dirigidos por Pablo Corral Gómez, quien estuvo al frente hasta 2009. Durante esos 16 años, la compañía trabajó en dos sedes diferentes del barrio. Gran parte de la programación se basaba en producciones propias, dirigidas por Corral Gómez, como Los días felices, El poeta es un fingidor o Escucha la voz-Relatos desde un actor. No obstante, también se invitaba a otras compañías para que pudiesen mostrar sus trabajos. «El trabajo de ese período estaba muy marcado por la línea y las propuestas de Pablo Corral Gómez. Había una línea muy vanguardista, que todavía sigue como también ocurre con su propio legado», señala Cantero.

Estudio Dramático

Durante esa etapa, también se constituyó la escuela de formación Estudio Dramático con una línea de estudio y trabajo, según el gestor del teatro, «muy ligado al cuerpo, la filosofía y la psicología». No obstante, Cantero indica que «actualmente se ha dado más visibilidad a otros proyectos de compañías afines, que estudiaron en la misma escuela». Desde 1999, forman parte de la Federación de Espacios Teatrales Independientes y de la Red de Teatros Alternativos.

La compañía está formado por nueve miembros que realizaron esta formación. Sin embargo, tras el traslado al barrio de Benimaclet el pasado 2014 (también estuvieron seis años en Ayora), forman parte de este espacio otras asociaciones vecinales y grupos de teatro. «Uno de los motivos del traslado es que el barrio tiene más afinidad con esta idea de socializar, ya que hay muchas asociaciones», especifica Cantero. Otro de los motivos reside en que la compañía siempre ha apostado por espacios más pequeños y cercanos, alejados de los grandes teatros clásicos. «Con esta sala conseguimos que el público comulgue con el teatro para crear un momento único. Se trata de un espacio en que los espectadores casi pueden tocar a los actores», reivindica el gestor del teatro.

El centro cuenta con un equipo artístico, con colaboradores en distintos ámbitos y con un espacio que desea intervenir en la esfera pública para generar obras y conocimiento.

Teatro vecinal

Teatro Círculo está inmerso en varios proyectos, además de establecer colaboraciones con asociaciones o la Universitat de València y la Universidad Politécnica de València para facilitar el acercamiento de la comunidad universitaria a la actividad cultural que se desarrolla en las salas de teatro.

Entre los proyectos, destaca «Teatre del poble per al poble», que nació en 2017. En él, vecinos y vecinas del barrio colaboran con los actores y actrices de la compañía para experimentar y compartir propuestas teatrales y, así, establecer vínculos entre la comunidad del barrio, las asociaciones, los colectivos y el Teatro Círculo. Como explica Cantero, en muchos casos, es gente que desconoce esta disciplina, aunque, en ocasiones, «son personas que tienen conocimiento sobre el teatro y quieren desarrollarse con nosotros».

El espacio teatral también se ha convertido en un recinto en el que asociaciones del barrio realizan algunas de sus actividades.

La compañía también ofrece ayudas a la colaboración con la Creación Escénica. Concretamente, este año apoyarán un total de cuatro propuestas. Estas subvenciones están dirigidas a proyectos de compañías dentro del ámbito de la danza y el teatro de la Comunitat Valenciana, ya sea para montajes de textos contemporáneos como para nuevas dramaturgias que no se hayan estrenado.

79 propuestas teatrales

Coincidiendo con el 30 aniversario, la compañía ha programado un total de 79 propuestas teatrales, tanto en valenciano como en castellano. «Este año vendrán compañías nacionales, internacionales y del propio barrio, ya que nuestro objetivo es apoyarles y mantener una relación más allá de la propia representación», explica. Añade: «Se trata de una programación muy variada, ya que los espectadores son muy diversos».

Muchas de estas propuestas proceden de compañías afines o que ya han estado en la escuela de formación Estudio Dramático. «Queremos recuperar nuestra trayectoria y recordar a aquellas compañías que han pasado por aquí. En algunos casos, son miembros o socios nuestros», especifica Cantero.

Actualmente hay cerca de 60 socios que apoyan el proyecto. En este sentido, el gestor reconoce que «ha habido muchos altibajos. Los propios socios han tenido que aportar dinero o convertirse en actores». Sin embargo, las ganas y la ilusión por mantener vivo el teatro en el barrio han conseguido hacer frente a cualquier contratiempo.