Murviedro inaugura hoy la ampliación de su bodega histórica

Acceso a la Bodega Histórica de Murviedro en Requena. | URBAN

Acceso a la Bodega Histórica de Murviedro en Requena. | URBAN

LEVANTE-EMV

Desde que Bodegas Murviedro inauguró su bodega histórica en el casco antiguo de La Villa de Requena (coincidiendo con la celebración del noventa aniversario de la compañía vitivinícola), el nuevo recinto se ha convertido en lugar de peregrinaje para los amantes del mundo del vino. Se trata de un edificio emplazado en la plaza de La Villa de Requena que cuenta con un entramado de cuevas subterráneas perfectamente rehabilitadas que se han convertido en centro de interpretación del vino. La instalación no solo ha posicionado a la bodega valenciana (filial del grupo suizo Schenk) entre las que han desarrollado proyectos enoturísticos de calidad, sino que también ha servido para revitalizar el conjunto histórico-artístico del barrio antiguo de una ciudad que respira vino por sus cuatro costados.

Ahora la bodega inaugura una ampliación que ha permitido contar con una nueva tienda, más amplia, en la que los visitantes pueden adquirir todos los vinos que actualmente comercializa la compañía. La inauguración de esta ampliación de la Bodega Histórica ha contado con la presencia del director general de la firma, Marc Grin, así como representantes de las administraciones locales.

Desde su apertura en el otoño de 2017, la Bodega Histórica de Murviedro propone un interesante recorrido por la historia y el origen del vino. Entrar en la bodega histórica de Murviedro supone hacer un viaje al pasado. En el subsuelo, varios pasillos de cuevas desvelan la relación de Requena con la vitivinicultura desde el siglo VI a.C. Antiguas tinajas de barro, pequeños lagares, conducciones para transportar los mostos... El tiempo en estas cuevas parece haberse detenido para deleite del visitante, que puede contemplar paso a paso todo el mágico proceso de la elaboración del vino. La rehabilitación de las cuevas se ha hecho respetando al máximo su esencia, lo que ha permitido a Murviedro crear un espacio para microvinificaciones (como la del emblemático tinto La Casa de la Seda) y un espacio de interpretación para descubrir las diferentes características que pueden dar al vino las últimas tecnologías inspiradas en los métodos más tradicionales.

El edificio incluye también un pequeño museo en el que se repasa toda la historia de Murviedro desde su llegada a la Comunitat Valenciana hace casi un siglo hasta la actualidad, y una amplia y funcional sala de catas donde los visitantes tendrán la oportunidad de degustar algunos de los mejores vinos de la bodega valenciana.