La joven banda que reinventa el rock

Salen de fiesta, quedan con sus amigos, juegan a videojuegos, estudian, escuchan música… Su vida es como la de cualquier adolescente. Sin embargo, con sólo 17 y 19 años, los jóvenes valencianos Massad Kassab, Daniel Biot, Lucas Calpe e Izan Navarro, conocidos como Platz, acaban de presentar su segundo álbum de estudio Calprotectina, con el que consolidan su apuesta por una sonoridad propia.

Teniendo en cuenta la edad de estos jóvenes, cualquiera podría pensar que los treces temas del disco están impregnados de pop o reguetón, dos estilos predominantes en las listas musicales de cualquier adolescente. Sorprendentemente, en su caso, no es así. Ellos se consideran amantes del rock alternativo y así lo han demostrado en «Estás tan raro», «Odio por odio» y «Juanma», los tres sencillos ya publicados de este segundo álbum que se estrenará en directo en la sala Loco Club de València el próximo viernes 1 de marzo. «A todos nos han puesto en casa este tipo de música, lo hemos escuchado desde pequeños, por lo que el rock es lo que nos llena», reivindica Daniel Biot.

El grupo nació en 2020, cuando los miembros sólo tenían 15 años. En aquel momento, lanzaron el EP «Todo el mundo tiene sueño», que empezó a sonar en muchas emisoras de radio y con el cual iniciaron su gira de conciertos por algunas salas. Sin embargo, reconocen que este disco es «más especial» que el primero. «Ha habido un salto de calidad y un cambio en la percepción de vivir las cosas, ya que hemos vivido muchos cambios durante este tiempo», reconoce Massad Kassab, que se encarga de la composición de las letras. Recalca que «los jóvenes, cuando escuchen las canciones, se van a sentir muy identificados con la temática». En sus temas, se aborda la ansiedad, la atención a la salud mental, la inquietud por el futuro o las relaciones líquidas, entre otros.

«Hay mucho sacrificio y apoyo por parte de nuestras familias porque ven que nos gusta la música y saben que le ponemos ganas»

Todos ellos compaginan sus estudios, cursan 2º de Bachillerato o el primer año de carrera universitaria, con su pasión por la música. Concretamente, aprovechan el fin de semana para grabar y ensayar los temas que forman parte del álbum. Cada viernes los cuatro se reúnen en un local de la familia de Kassab -que se dedicaba a la músca- para preparar la gira, que se inicia en poco más de dos semanas. «La familia de Massad tenía un grupo, por lo que nos dejaron los medios para grabar los temas y ensayar», afirman.

Estilos de rock variados

Aunque cada uno tiene sus preferencias musicales dentro del rock, reconocen que «cuando nos juntamos, siempre fluimos». La mayoría del grupo se decanta por la música de la década de los 90, aunque Calpe prefiere los temas de los 70. Esas preferencias enriquecen el contenido de las canciones. Además, su amistad facilita el trabajo en equipo, por lo que, en palabras de Kassab, «es fácil componer y desarrollar las letras porque, aunque haya diferencias, siempre llegamos a un acuerdo entre todos». 

Preparación "estresante"

No obstante, la preparación de este segundo disco, según el grupo, «ha sido muy estresante» debido a la falta de tiempo. «Nos dieron unas ayudas económicas y sólo teníamos dos meses para realizar el disco. Fue caótico porque teníamos que buscar productor, preparar las canciones y un lugar para grabarlo. Nuestra idea era sacar una canción cada dos meses, pero tuvimos que cambiar los planes para llegar a tiempo», indica Calpe. En este sentido, el joven reconoce que hs llegado a estar en clase con los auriculares puestos «para aprenderme las maquetas, ya que no teníamos tiempo». Aunque fue un trabajo a contracorriente, y a pesar de su corta edad y su breve experiencia, lo han conseguido.

Ahora se encuentran inmersos en la preparación de la gira. «Queremos que sea un concierto muy enérgico y divertido», señalan los jóvenes, quienes todavía se sorprenden de que la gente se sepa las letras de sus canciones. «Al principio venían nuestros amigos, pero ahora viene gente que se sabe nuestros temas porque es un estilo diferente, que no caduca», afirman.

Sin embargo, son conscientes de que todo esto no sería posible sin el esfuerzo de sus familias. Sus padres les acompañan a los ensayos, a las giras o a los eventos promocionales. «Hay mucho sacrificio y apoyo por su parte porque ven que nos gusta la música y saben que le ponemos ganas», agradecen. Aunque todavía son muy jóvenes, ellos lo tienen claro: «Queremos seguir trabajando juntos y vivir de la música». 

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