"Un buen colchón": Una crítica al consumismo

El Teatre Talia acoge hasta el próximo 10 de marzo el estreno de la comedia teatral «Un buen colchón», escrita por Paula Llorens y dirigida por Israel Solà. La obra, que critica la obsesión por poseer las últimas tendencias -cueste lo que cueste- está protagonizada por los actores Carlos Chamarro, Veki Velilla y Víctor Palmero. 

"Un buen colchón".

"Un buen colchón". / Pablo Lorente.

Saray Fajardo

Saray Fajardo

¿Cuánto estaríamos dispuestos a pagar por un buen colchón? Algunos mucho, mientras que otros, probablemente, bastante poco. Bárbara, una opositora, y Andrés, un periodista freelance, se plantean esta duda tras leer una noticia, en la que aparece un futbolista de primera división, que duerme en un colchón de 45.000 euros. Esa misma noche, Andrés tiene una revelación en forma de sueño, en el que descubre que ese colchón tiene que ser suyo. En un primer momento, Bárbara se niega, pero, al verlo en la tienda, comienza a imaginar su vida con él.

Ambos protagonistas se enfrentan a esta necesidad autoimpuesta por modas, tendencias y obsesión, en el estreno de la comedia teatral «Un buen colchón», de la productora 11 Varas, en el Teatre Talia, la cual se podrá disfrutar hasta el próximo 10 de marzo. El elenco está formado por los actores Carlos Chamarro, Veki Velilla y Víctor Palmero.

La obra, escrita por Paula Llorens y dirigida por Israel Solà, plantea algunas dudas que, a su vez, podría plantearse el propio espectador: ¿Qué lleva a una persona a encapricharse de un objeto? ¿Quién no ha perdido el sentido común por adquirirlo? ¿Puede cambiarnos la vida este objeto? 

«La obra nace a partir de una idea de Jorge A. Lara, que se obsesionó por comprarse unos zapatos», señala el director, quien reconoce que «Lara se dio cuenta que esta obsesión podía ocurrirle a cualquiera». Como en su caso, esta pareja de treintañeros protagonistas de la obra se dan cuenta que este colchón, que debería ser sinónimo de descanso y tranquilidad, se acaba convirtiendo en un problema, por lo que, a pesar de su precio, resulta imposible descansar en él.

La comedia critica la sociedad consumista, ya que, en palabras de Solà, «parece que si no poseemos ese objeto tan preciado, no somos triunfadores y terminamos convirtiéndonos en fracasados». A pesar de ello, reivindica que «cada uno tiene sus sueños, aunque solemos volcar nuestra felicidad en objetos, lo que termina convirtiéndonos en una sociedad materialista».

La obra, que se estrena en València, pretende no dejar indiferente a nadie. «La gente se va a identificar porque todos nos hemos obsesionado con algo», concluye el director.

Suscríbete para seguir leyendo