Un espectáculo para "flipar"

Sorprender a los niños y niñas no es una misión demasiado compleja. Su corta edad y su alta capacidad de asombro comportan que cualquier hecho les puede resultar impactante y emocionante. Sin embargo, dejar boquiabiertos a los adultos puede convertirse en una tarea mucho más complicada. 

A pesar de ello, el ilusionista Jorge Blass sólo necesita cinco minutos -e, incluso, alguno menos- para hacer «flipar» al público con sus distintos juegos de magia e ilusión. Tras dos años de trabajo y muchas pruebas, Blass regresa al Teatro Olympia del 28 de marzo al 8 de abril con su nuevo espectáculo «Flipar». A través de 40 trucos, el ilusionista pretende desafiar a la lógica y dejar a los asistentes boquiabiertos. 

El espectáculo comienza con 27 efectos de magia con los que intenta mostrar la esencia del ilusionismo a lo largo de los primeros cinco minutos. Así, el ilusionista hará desaparecer a una persona del público o teletransportará a uno de los asistentes en un «show» en el que la interacción está muy presente. «Mi reto artístico es que los espectadores no pierdan su capacidad de asombro, sus ganas de flipar», reconoce el aclamado ilusionista, que ha trabajado durante dos años en este espectáculo, que llega por primera vez a la ciudad y con el que ya ha recorrido varias localidades durante el último año. 

El espectáculo estará acompañado de efectos especiales y de varias pantallas que permitirán que el público pueda ver cada truco con detalle. «Los espectadores son protagonistas del ‘show’ y hay una gran interacción con ellos para que sientan la magia», reconoce. 

Además, durante la representación, los efectos se mezclan con la música compuesta para estos 40 trucos. «Hay una escenografía que permite crear y apoyar lo que se está haciendo en cada momento», afirma el ilusionista, quien reivindica que «el espectáculo se convierte en un viaje, en el que hay que llevar al espectador de la mano». Para ello, Blass ha preparado un número con «muchas sorpresas».  

Emoción

Blass reconoce que es difícil cautivar al público, sobre todo a los adultos. Por eso, en sus palabras, «cuando la gente aplaude, lo hace de verdad». «La magia no está en el truco, ni siquiera en el mago, la magia está en la mirada de un espectador ilusionado», reivindica. Para él, la emoción de los espectadores es fundamental. «El que más se emociona con esas reacciones soy yo. Esa emoción es la que me ha llevado a impulsar este ‘show’», recalca. 

Blass no ha dejado de recibir importantes reconocimientos por parte del público y la crítica durante estos veinte años. Con sólo 19 años, ganó la Varita de Oro de Montecarlo y con sus trucos ha cautivado a iconos del ilusionismo como David Copperfield o Penn & Teller. Además, es fundador y director del Festival Internacional de Magia de Madrid en el Circo Price desde el 2011. 

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