Meriton multiplica la política de gestos

Valencia Club de Gestos. La salida de Anil Murthy de la presidencia ha supuesto en los últimos meses un aparente giro en la política social de Meriton Holdings Limited al frente del Valencia. Se ha pasado de una actitud de confrontación con el entorno, con escenas grotescas en el fondo y en las formas, a otra de comprensión hacia una masa social que con su movilización ha provocado la reflexión del accionista mayoritario y de sus colaboradores. Desde el relevo presidencial y la llegada de Layhoon Chan, se asiste a un aperturimo entrecomillado de Lim, ya que hasta el momento los gestos se han basado en rectificar las propias decisiones tomadas por Meriton que volaron todos los puentes de comunicación con la hinchada. Las últimas señales de acercamiento han venido a cargo del nuevo consejero Kiat Lim, hijo de Peter Lim. Una cara joven y amable, sin mácula del pasado y con formas que rompen con la toxicidad heredada de la cara de Murthy. Lim Jr ha sido el encargado de dar a conocer el último de los cambios, que pasa por rebajar la cantidad de acciones para estar representado en las Juntas de 5.786 títulos (propios o delegados) a los 11 que se requerían antes de una maniobra que atacaba a la pluralidad y la libertad de expresión de los accionistas.

Es el último de los gestos de contrición visibles desde la «propiedad» del club en el último medio año, desde que la gran manifestación que vació Mestalla en el último partido de la temporada pasada, frente al Celta, supuso un cambio de época con la forzada dimisión de Murthy. En la presentación de Gennaro Gattuso como nuevo entrenador blanquinegro, el dirigente Sean Bai anunciaba la apertura de las redes sociales de la entidad. Durante más de un año, 404 días, las cuentas oficiales del club habían bloqueado la posibilidad de interacción con los aficionados. Una medida de Murthy con gran calado de impopularidad, inédita en un club de fútbol de élite y que atentaba en contra de la imagen y la expansión internacional del club.

Coincidiendo con el Mundial de Catar, en la que en los planos televisivos se ha privilegiado la presencia de Mario Alberto Kempes en los partidos de Argentina, ha empezado a cobrar fuerza la petición de que el Matador vuelva a ser readmitido como embajador internacional del club. Sin la figura totémica del fallecido Maradona, estrella del combinado campeón en el 86, Kempes queda como gran estandarte de la primera Argentina campeona del mundo. Mario fue despedido por su actitud crítica con la primera etapa caótica de Meriton, entre 2015 y 2017, y resulta inconcebible que el Valencia le diera la espalda al mejor y más famoso de sus futbolistas.