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Las tareas más calurosas, las sufren los que se encargan del "asfaltado". Según informan los ingenieros, para pavimentar la calzada, "ahora se utilizan aglomerados que ya están calientes de por sí. Además, las máquinas extendedoras aumentan su temperatura aun más". Esto es necesario porque los materiales que se utilizan, derivados de hidrocarburos, necesitan estar a temperaturas muy elevadas para poder ser extendidos y compactados, explicó el técnico. Al mismo tiempo, aseguran que el pavimento puede llegar a tocar los 150ºC, "aunque dependerá del tipo de aglomerado que se utilice".

Este calor que se desprende del suelo lo sufren principalmente los peones que se encuentran directamente sobre la vía, con los rastrillos como material de trabajo. Ellos son los responsables del acabado de los detalles. Pulen los últimos fragmentos que la máquina compactadora no llega a rematar cuando el pavimento aun está caliente.

Esta labor supone, para quien trabaja en el "asfaltado" de las calzadas encontrarse en ese momento con un aumento de la temperatura ambiente de entre 10 y 12ºC.