«Sería una oportunidad perdida no aprovechar la remodelación del paseo de la Alameda para incluir la construcción de un aparcamiento subterráneo». En este sentido se pronunció ayer el concejal de Desarrollo Urbano, el socialista Vicent Sarrià, quien emplazó a su compañero de gobierno el concejal de Movilidad Giuseppe Grezzi, de Compromís, cuya política no es la de favorecer la construcción de aparcamientos precisamente, a contemplar esta posibilidad.

«Es una oportunidad de meter bajo tierra las plazas de aparcamiento que tenemos en superficie», incluyendo esta infraestructura en el concurso de ideas que tiene previsto convocar para la reordenación de este paseo histórico.

Así al menos lo propone Sarrià quien recordó que la pacificación del tráfico en la Alameda es una asignatura pendiente desde hace años. De hecho el grupo municipal socialista ya formuló una propuesta de reforma cuando estaba en la oposición. Una pacificación del tráfico y peatonalización que también fue defendida en 2010 por el Consell Valencià de Cultura en un dictamen y que, hasta ahora, ha caído en saco roto.

El proyecto ha vuelto a salir a flote como obra destacada de los presupuestos participativos del próximo año, tal como informó este diario. Los ciudadanos han pedido que se remodele el tramo de la Alameda comprendido entre el Puente de Aragón y el Puente del Real, eliminando los aparcamientos de la parte central e incluyendo igualmente la construcción de un carril bici que fomente la movilidad sostenible e incremente las zonas verdes.

Sobre el proyecto se pronunció ayer el concejal de Desarrollo Urbano, quien explicó que la reforma «es compleja porque afecta a un paseo histórico protegido», que incluye arbolado y el pretil del río. El concejal explicó que la remodelación que se debe hacer en este paseo no es solo de la superficie, de hecho el Ciclo del Agua tiene previsto renovar el próximo año las anticuadas y obsoletas canalizaciones que atraviesan el subsuelo de la Alameda.

La Alameda es un paseo histórico con cuatro siglos de historia que se construyó como antesala de la entrada del desaparecido Palacio del Real. A lo largo de los años ha sufrido distintas intervenciones hasta convertirse en la actualidad en un espacio bastante caótico y ocupado en gran parte por los coches.

La reordenación y reducción del tráfico en este entorno histórico dominado por los coches es una asignatura pendiente de la ciudad desde hace años.

El plan de protección de Serranos y San Pío V aprobado por el Govern de la Nau apuesta por la pacificación del tráfico en el entorno de las torres y el Museo San Pío V y propone en esta línea la peatonalización de las marginales del río, recuperando el proyecto que hace 25 años lanzó Francisco Camps cuando era concejal de Tráfico de construir una red de pasos subterráneos para quitar el tráfico de la puerta de la pinacoteca completados con aparcamientos subterráneos.

El plan especial de las Torres de Serranos contempla la prolongación del túnel de la Petxina hasta el Paseo de la Ciudadela, pasando por delante de Blanquerías.

Uno de los escollos para este proyecto de soterramiento de las autopistas urbanas de las marginales del río es la presencia de restos arqueológicos.

El concejal de Desarrollo Urbano apuntó que la convocatoria del concurso de ideas para la remodelación de la Alameda se hará previsiblemente en lo que queda de legislatura al estar incluido en los presupuestos participativos. Su ejecución, no obstante, quedará pendiente del gobierno municipal que resulte tras las elecciones en mayo del año próximo.