La campaña que desarrolla el Ciclo Integral del Agua para instalar hasta 18 nuevas fuentes de agua filtrada y refrigerada en distintos puntos de València y en la pedanía de Benimàmet ya está dando frutos en cuanto a la reducción de la contaminación para el aire que respiramos todos los valencianos. En la capital valenciana, más del 60% de las vecinas y vecinos consumen agua embotellada habitualmente,una cifra altísima que tiene un impacto medioambiental inasumible para el Planeta, tanto por la utilización de plásticos de un solo uso innecesarios como por la huella de carbono generada por su producción y distribución. De momento, la capital valenciana cuenta con 10 fuentes de este tipo. Según datos del Ciclo Integral del Agua, gracias a estos surtidores, el número de toneladas de CO2 que se ha evitado liberar a la atmósfera es de 34 toneladas en 2021 y 45 desde julio 2020.

La instalación de estos 18 dispositivos refrigerados forma parte del paquete de proyectos propuestos y aprobados por la ciudadanía en la edición 2020-21 de los presupuestos participativos DecidimVLC. Estas 18 completarán las 4 fuentes ya en servicio en la capital y que han tenido una gran acogida por parte de vecinos y vecinas, en la Plaza del Ayuntamiento, el Paseo de la Malva-rosa, la Ciudad de las Artes y las Ciencias y el parque de Viveros.

En concreto, las 18 nuevas fuentes aprobadas en el DecidimVLC 2020-2021 que se instalarán, se distribuirán de la siguiente manera: 5, en Quatre Carreres; 3, en Campanar; 3, en Patraix; 3, en Benicalap; 3, en l’Eixample; y 1, en Benimàmet.

El proceso de expansión de estos dispositivos arrancó con tres fuentes que se instalaron en julio de 2020, luego se colocó la de Viveros y ahora se han instalado ya 6 de las 18 que fueron votadas en los Presupuestos Participativos

En los próximos meses, se continuará con las otras 12 pendientes del plan del Decidim. Estas nuevas fuentes «Pusdar», de agua filtrada y refrigerada se destinan a rellenar botellas de uso personal. Con este proyecto, que cuenta con un presupuesto de 225.000 euros, se busca fomentar entre la ciudadanía el consumo de agua del grifo para contribuir así a reducir el consumo de plásticos de un solo uso.

Estos surtidores cumplen con todas las recomendaciones sanitarias ya que los usuarios y usuarias no tienen contacto con el cañón del agua porque se activa por sensor al acercar la botella.

Por otro lado, el agua del grifo es la que más garantías ofrece a cualquier persona ya que está muy controlada con análisis diarios tanto en su tratamiento como en la distribución. Es segura, buena para el Planeta y también para la economía de las familias, ya que una familia de 4 miembros se ahorra más de 500 euros al año frente a una que consume agua embotellada, según los distintos estudios de mercado que se han realizado.

Uno de los caballos de batalla de la concejala del Ciclo Integral del Agua Elisa Valía es este precisamente: promover el consumo del agua del grifo de ahí que haya recibido con entusiasmo esta petición de los Presupuestos Participativos.

«La instalación de estas fuentes en todos los barrios de la ciudad -subraya la regidora- supondrá un importante impulso en la reducción de los plásticos de un solo uso asociados al consumo de agua». Al mismo tiempo, «reducimos la huella de carbono del conjunto del ciclo del agua con importantes inversiones, debemos ofrecer a la ciudadanía facilidades para que puedan contribuir también con pequeños gestos diarios», puntualiza la munícipe la socialista. Por ello, «el fomento del consumo de agua del grifo de València, la mejor opción que se puede escoger por cuestiones medioambientales y económicas, es una línea de trabajo fundamental para el Ayuntamiento de València, porque sabemos que es una pieza importante en el conjunto de acciones para mitigar y frenar los efectos del cambio climático», ha argumentado.