La eliminación en el sector del Grao de la prolongación del Paseo de la Alameda, uno de los grandes ejes viarios de comunicación proyectados por el PGOU para conectar el centro de la ciudad con el frente marítimo, sigue generando debate. Ayer fue la presidenta del Colegio Territorial de Arquitectos, Marina Sender, quien quiso intervenir para asegurar que la solución propuesta por la Concejalía de Desarrollo Urbano, con la socialista Sandra Gómez al frente, para el Grao "ayuda a conseguir una ciudad más amable y sostenible". "La idea de renaturalizar la bolsa de suelo que queda frente al mar es una idea acertada", a juicio de Sender, al igual que la transformación del antiguo circuito de F1 "en un verdadero paseo saludable".

"Me parece más importante la renaturalización de esta zona con espacios ajardinados que llevar grandes avenidas hasta el mar", dicho lo cual Sender puntualiza que "para que este proyecto tenga sentido y mejore el trazado urbano, se deben articular los nexos de unión entre las avenidas proyectadas e inacabadas", en alusión a la avenida de Francia y el paseo de la Alameda.

El último tramo que se había planteado era forzado, sin un comienzo y terminación definidos, ahora bien, todas estas acciones deben responder a un planteamiento global, deben articular y mejorar la conexión de la zona del Grao con el centro histórico. Por lo tanto, el diseño del trazado del transporte público debe ser un eje importante del proyecto", añade Sender.

El delta verde del Grao "permitirá entender la linealidad del río, con un final similar al Parque de Cabecera en el otro extremo del Jardín del Turia", apunta la presidenta de los arquitectos.

La arquitecta, sin embargo, no ve con buenos ojos el paseo elevado provisional sobre las vías del tren previsto entretanto se aprueba la prolongación del túnel ferroviario de Serrería. "No veo adecuado tener que salvar las vías transversalmente con rampas y escaleras peatonales que al mismo tiempo se eliminan muy acertadamente en el resto de la ciudad".

Figuración del Grao Hortensia García

También critica Sender la redistribución edificatoria por "ambigua" e "irregular". La concentración de viviendas no debe ocultar el nuevo parque biosaludable desde el viario público, ni generar bloques privilegiados en medio del mismo. Habrá que esperar en todo caso, apunta Sender, a una definición más concreta que apoye con rotundidad este nuevo diseño.

Para el arquitecto y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos Alberto Peñín la Alameda "no es un elemento clave ni está planteado como tal en ningún documento" aunque como "paseo arbolado sí tendría vigencia". "No viene mal como pulmón verde". "Es más importante -señala el veterano arquitecto- que la avenida de Francia tenga un buen enganche con el Grao porque tiene más valor de conexión de la ciudad con el mar que la Alameda". Eso y potenciar una circunvalación más amable en torno al puerto. Además, "se plantean varias torres en altura que necesitarán un vial de acceso". "Quienes vivan allí necesitan entrar y salir por algún sitio", destaca Peñín quien pone el foco asimismo sobre la calificación de las nuevas zonas verdes que se generen. "¿Son públicas o quedarán dentro de espacios residenciales privados?". Es algo que no queda claro.

Peñín defiende además que no se piense solo en la articulación del centro con la fachada marítima. "Natzaret también es ciudad" y "hay que coser" el Grao con los barrios al sur.

Sobre las previsiones del PGOU, Peñín destaca que es necesario revisar los accesos al puerto y a las playas que deben ser "en peine" y con elementos verdes. En el primer proyecto de Bofill para el jardín del Turia ya conectaba así con el Cabanyal-Canyameral.