El mundo se encamina hacia nuevas ‘megaurbes’. Las ciudades y las áreas metropolitanas se han convertido en centros neurálgicos del crecimiento económico; sin embargo, también representan alrededor del 70 % de las emisiones de carbono mundiales.
El 90 % de los habitantes de las ciudades respira aire que no cumple con las normas de seguridad establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que provoca anualmente cerca de 7 millones de muertes debido a la contaminación atmosférica.
Con todo, es fundamental repensar el actual modelo de ciudad y crear nuevas estrategias centradas en la reducción del impacto ambiental negativo de las grandes urbes, prestando especial atención a la calidad del aire y la gestión de los desechos municipales y de otros tipos.
En este punto, València trabaja desde hace años por adaptarse a los nuevos modelos de ciudades sostenibles que promueven la inclusión, el uso eficiente de los recursos y la mitigación del cambio climático con tal de mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Todo ello ha servido para que València fuese designada recientemente como Capital Verde Europea 2024, un reconocimiento que, en palabras del alcalde de la ciudad, Joan Ribó, supone «un compromiso para trabajar por una ciudad cada vez más verde, sin dejar a nadie atrás».
Un gran pulmón verde
En los últimos años, València se ha sometido a un profundo proceso transformador hacia un modelo de ciudad más sostenible, en la que predominen los espacios verdes. De este modo, en la última década València ha aumentado el número de espacios verdes en 400.000 m², lo que supone un 8 % sobre el total de la superficie.
El ejemplo más claro del proceso de naturalización de la ciudad es el antiguo cauce del río Turia, que se ha convertido en el parque urbano más largo de Europa. Gracias a las movilizaciones ciudadanas de los años 70, lo que pudo convertirse en una autopista gigantesca se transformó en el principal corredor verde de València, un auténtico pulmón que oxigena la capital del Turia desde hace 35 años.
Asimismo, València se encuentra rodeada por otros grandes espacios naturales que contribuyen a mejorar la calidad del aire que se respira en la ciudad: el Parque Natural de l’Albufera, el Parque Natural del Turia, la huerta valenciana o el mar Mediterráneo.
Neutralidad climática
Por otro lado, las políticas aplicadas en València durante los últimos años para reducir su impacto ambiental permitieron que la ciudad fuese designada a principios de año como una de las cien ciudades europeas que aspiran a ser climáticamente neutras antes de 2030.
«Un objetivo muy ambicioso que sitúa en València como referente europeo en la lucha contra el cambio climático», explicó Joan Ribó en una comparecencia extraordinaria para compartir «una de las noticias más importantes para esta ciudad en esta década».
Así pues, València afronta un momento decisivo para consolidarse como una de las ciudades más «verdes» de toda Europa.
Capital Europea de la Innovación 2022
Después de lograr la capitalidad verde europea, València aspira a convertirse también en Capital Europea de la Innovación 2022 el próximo 7 de diciembre. «València tiene como bandera la innovación y haber sido seleccionada como una de las seis ciudades más innovadoras de Europa es una muestra de esto», afirmó el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, en un acto reciente.
València ya se presentó a esta candidatura en 2020 con su estrategia de innovación Missions València 2030, superando todas las fases de evaluación y siendo reconocida por la Comisión Europea como una de las seis mejores ciudades europeas en materia de innovación.
Con esta candidatura, València consolida una trayectoria de años situada a la vanguardia europea de las ciudades más innovadoras.
