Las asambleas de Iniciativa y de Més València para escoger a los candidatos que tienen que componer la lista de Compromís para las municipales de 2023 han dejado tocados a un buen puñado de destacados dirigentes de la coalición naranja. En particular, en Iniciativa el proceso ha sido hasta traumático porque una veterana como la concejala de Cultura Glòria Tello se ha quedado fuera de los puestos de salida. La votación de la asamblea celebrada el pasado 2 de noviembre es vinculante, lo que quiere decir que el vicealcalde Sergi Campillo, la concejala de Personal Lluïsa Notario y el joven dirigente de Joves Compromís Juan Ramón García tendrían un puesto seguro entre los 10 primeros puestos de la candidatura encabezada por Joan Ribó, siempre que se repitan los resultados obtenidos por Compromís en 2019.
Tello, por un solo voto, se quedaría fuera de los puestos de salida en ese escenario electoral. El proceso interno de Iniciativa ha dejado notables descontentos, muchos de ellos con experiencia en la gestión municipal: la ya citada Glòria Tello, pero también los exconcejales Pilar Soriano y Jordi Peris, principalmente. De puertas para dentro, ha despertado críticas y acusaciones, más o menos públicas, de afiliaciones y búsqueda de apoyos hasta última hora, en favor de unos y otros candidatos. Incluso con prácticas propias de la vieja política.
Mientras tanto, en Més València la figura emergente de la síndica Papi Robles pilotó el proceso de elección. Se anunció el 6 de octubre, una lista votada por la militancia, que ahora hemos conocido que no suscitaba tantas adhesiones. Voces críticas internas subrayan que en la convocatoria de la asamblea del antiguo Bloc no se especificaba que en la misma se iba a votar a los candidatos que integrarían la lista de Ribó.
Al parecer, incluso algunos aspirantes se enteraron «in situ» de que se iba a elegir la candidatura previa, que si bien no es vinculante, sí es muy importante. Esto ha generado malestar. Los elegidos a priori son Papi Robles, Ferran Puchades, Pere Fuset, Eva Coscollà y Maria Giner.
Por tanto, los concejales Isa Lozano y Alejandro Ramon estarían fuera de los puestos de salida. Lógicamente están molestos aunque Lozano puede ser recuperable.
Ahora bien, en la comisión negociadora que presentará la lista definitiva a los militantes de Compromís València el 1 de diciembre para que la ratifique, el orden de estos nombres de Més sí podrían ser alterados, a diferencia que en Iniciativa.
De hecho, efectivamente, va a haber cambios, en los hipotéticos puestos de salida de Més Compromís, según indican fuentes de toda solvencia, y con el objetivo de buscar «perfiles» más adecuados, pensando en las distintas áreas de gobierno, si Ribó vuelve a ganar.
Mientras, el cabeza de lista se ha desvinculado públicamente de todos estos procesos internos. Ribó lo ha repetido en varias ocasiones: se votará en asamblea -el 1 de diciembre- y yo acataré lo que diga la militancia. Ahora bien, también dijo nada más anunciar que repetía como alcaldable que había que buscar esos «perfiles» variados y profesionales para la candidatura de 2023. No podemos tener muchos profesores de valenciano y ningún arquitecto, llegó a comentar.
No intervenir en la composición de la lista municipal -que es lo que defiende Ribó que va a hacer- y pedir determinados perfiles -capacitados para gestionar el presupuesto municipal, la educación o el urbanismo, si llegase el caso- es incompatible. Ribó algo tiene que decir, algo habrá dicho y algo dirá.
De hecho, llegó a afirmar en la radio pública valenciana, que un sistema puro de primarias, abiertas a la ciudadanía, no sería positivo para Compromís.
