El primer carril Bus-VAO de València se abrirá antes de acabar el año en la autovía de Barcelona

La Demarcación de Carreteras ultima la señalización de esta vía exclusiva para transporte público y vehículos con al menos dos ocupantes

Los nuevos carteles de color naranja para el carril Bus-VAO.

Los nuevos carteles de color naranja para el carril Bus-VAO. / M.A.Montesinos

MAMontesinos

El primer carril para Vehículos de Alta Ocupación (VAO) de València se abrirá dentro de unos días, antes de que acabe el año, en la autovía de Barcelona (V-21). Así lo han asegurado fuentes de la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana, que han venido a confirmar el plan previsto para poner en marcha la ampliación de la citada carretera: primero el tercer carril de entrada a la ciudad, luego el de salida, y finalmente el carril Bus-VAO, que estará en la parte interior de la calzada y solo podrá ser usado por transportes públicos y vehículos con al menos dos ocupantes.

Según las fuentes, en la actualidad se está procediendo a la colocación de los carteles, la señalización y el pintado de la calzada para habilitar este carril especial, el primero que habrá en València y en la Comunitat, aunque los planes de la Generalitat ya empiezan a introducirlo de manera normal en los proyectos para otras vías como la autovía de Madrid (A-3). La idea sería acabar estos trabajos en los próximos días y ponerlo en funcionamiento "antes de que acabe el año", es decir, en las próximas dos semanas, que era la previsión de la Demarcación de Carreteras desde un primer momento.

El trayecto

El carril Bus-VAO, cuya señalética es de color naranja, empezará a la altura de la ITV de Massamagrell y acabará en la entrada a la ciudad por la Avenida de Cataluña. Su objetivo es facilitar el transporte público e incentivar el uso compartido del coche, uno de los elementos que más contribuye a los atascos en horas punta.

Precisamente, fuentes de la Delegación del Gobierno aseguraron que la apertura del tercer carril de entrada a la ciudad en esta carretera ha tenido un impacto muy positivo sobre los atascos, cuya frecuencia e intensidad se ha reducido considerablemente, dicen.

La ampliación de la V-21, obra a la que se han opuesto diferentes grupos ecologistas y ciudadanos, además del grupo Compromís en el Ayuntamiento de València, ha tenido un coste superior a los 21 millones de euros.

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