Sensores contra incendios: "Ahora sí que voy a dormir tranquila"

Carmen Jareño García, de 82 años y vecina del barrio de l'Amistat, es la primera octogenaria de València a la que le han instalado en casa uno de los 600 detectores contra incendios que va a colocar el Ayuntamiento de València en otros tantos hogares de personas mayores de la ciudad. Su casa se ha convertido en una pequeña fiesta esta mañana. La vicealcaldesa de València Sandra Gómez, el concejal de Protección Ciudadana Aarón Cano, bomberos, voluntarios de protección civil, técnicos del cercano centro de día de l'Amistat, periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión accedieron a su piso de la calle Yecla para tomar imágenes y hacerle preguntas. Doña Carmen contestaba a todo el mundo con enorme tranquilidad y una simpatía desbordante. "Ahora sí que voy a dormir tranquila" contaba a los reporteros. Los bomberos y los voluntarios de Protección Civil le han explicado cómo tiene que actuar en caso de cualquier conato de incendio. "Si oigo sonar el aparatito -comentaba- lo que tengo que hacer es salir corriendo al rellano y esperar ayuda". Carmen se mostraba "muy agradecida" a quienes han hecho posible esta instalación de carácter preventivo y señalaba que en caso de siniestro "salgo corriendo a la calle aunque llevo mi carrito", apuntaba. Esta octogenaria vive sola aunque pared con pared vive su hija lo que es una garantía añadida para su seguridad y su bienestar emocional. Tiene autonomía y movilidad propia aunque utiliza una silla-andador para ayudarse. Ha recibido a todos sus invitados con dos "coques" que ella misma ha cocinado para agasajar a bomberos y periodistas.

"Más prevención para evitar incendios"

Mientras, la vicealcaldesa y concejala de Envejecimiento Activo Sandra Gómez explica que con la instalación de estos 600 detectores, "queremos darle más peso al área de prevención dentro de la atención a nuestras personas mayores y dentro del área de Bomberos" ya que en la franja de edad a partir de los 80 años se concentran gran parte de los incendios en hogares. Sandra Gómez apunta que este tipo de siniestros se localizan en los hogares de los más mayores "en los meses de invierno -en diciembre, enero y febrero-" así como en fincas antiguas donde sus moradores "tienen menos posibilidad de movilidad y se exponen a más riesgo de sufrir un incendio".

Por su parte, el concejal de Protección Ciudadana y Bomberos Aarón Cano destaca que se va a proceder a instalar estos detectores de humo en las casas de los usuarios de los centros de día de València "porque son personas que tienen una situación de mayor vulnerabilidad". Estos sensores tienen una vida útil de 10 años y cuando se acaba la batería se cambian por otros. Estos dispositivos sirven para que estas personas "se sientan más protegidas y se pueda actuar de forma rápida en caso de que haya un incendio. 

En el barrio de l'Amistat, dependiente del centro de día del barrio, se va a proceder a instalar ya otros 60 sensores de incendios en otras casas de personas mayores. Luego seguirá la actuación en Tres Forques, y en otras zonas como La Purísima o Arniches. Así hasta los 600 detectores de esta primera fase, que Aarón Cano ha anunciado que se va a ampliar a una segunda fase con otros 600 dispositivos más.

"Los sensores dan más garantías para sobrevivir en caso de incendio"

Estos sensores para prevenir incendios "ofrecen más garantías y más posibilidades de sobrevivir" a las personas mayores que viven en estas casas dotadas de detectores. Así, lo explica el Jefe del Servicio de Protección Civil de Bomberos del Ayuntamiento de València Amador Giménez. "Cuando hay un conato de incendio, el detector detecta el humo y se pone en marcha, lo que permite a estas personas salir corriendo de la casa, de hecho, ya saben que en cuando suene el aparato se tienen que poner a salvo", indica. El dispositivo "suena muy fuerte, y a medida, que pasa el tiempo, y sigue expuesto al humo, se va incrementado el sonido". Tanto que el volumen se hace tan intenso que incluso "lo podrán oír los vecinos". 

Respecto a la colocación de los aparatos, se opta por su ubicación en el techo del salón, y se descarta ponerlos en la cocina o en el baño, donde el humo por la elaboración de alimentos, o el vapor de agua, derivado del uso de la ducha, podría dar lugar a avisos de faltos siniestros.

La Fundación Protección Ciudadana, que ha integrado este año a la Policía Local y Bomberos del Ayuntamiento de València, impulsará durante los próximos meses un plan de prevención de incendios por el que colocará estos 500 detectores ópticos en viviendas de toda la ciudad y distribuirá carteles en comunidades de vecinos con indicaciones a seguir en el caso de que se declarase un fuego.