Cierra el histórico Horno de San Nicolás

El histórico y prestigioso Horno de San Nicolás, que al menos durante trescientos años ha dado nombre a la famosa plaza de Ciutat Vella, se ve abocado al cierre. Si nadie lo remedia, este local no puede continuar. Según ha explicado su actual gestor, Ramón Chinillach, hoy es su último día. No puede afrontar ni económicamente ni físicamente las reformas que le exige Sanidad y, a sus setenta años de edad, se ha visto superado por la situación, así que ha decidido bajar la persiana, con "gran dolor" por el propio horno y por los seis trabajadores que tiene con él.

Las primeras referencias a la plaza Horno de San Nicolás ya aparecían en el plano del Padre Tosca de 1704, aunque sin referencias concretas al horno, que en buena lógica ya debía existir. Es en el siglo XIX cuando se documenta históricamente el local y finalmente en el año 1920 cuando se construye el edificio en el que se alberga en la actualidad.

En todo este tiempo ha sido un referente en la ciudad de València y desde hace doce años, que es el tiempo que lo regenta Ramón, ha evolucionado hacia la pastelería, bollería y otras formas de pan que le han dado prestigio en València y en otras partes de España, sobre todo en Cataluña.

Pero Ramón ya no puede más y el local tampoco. "Nosotros hemos ido adecuando el local a lo que nos han pedido, pero ahora nos obligan a tirar techos, cambiar los baños y las tuberías y hacer espacios separados para la panadería y la pastelería", dice. Y eso cuesta treinta o cuarenta mil euros y además no hay sitio para tener espacios separados, de manera que "no puede ser". Además, Ramón tiene 70 años y esta situación lo ha "superado" literalmente.

De los dueños del local no espera una solución y no sabe si alguien le puede echar una mano acogiéndose a la calificación histórica del horno. El caso es que hoy es el último día del Horno de San Nicolás si nadie lo remedia. Es la fecha que le ha dado Sanidad para cerrar este capítulo de la historia de València.